Encuentro de vehículos antiguos en Santafé de Antioquia

A pesar de las increíbles dificultades para desplazarse entre las dos principales ciudades del país, Bogotá y Medellín, ubicadas a una distancia de apenas 400 Kilómetros pudimos llegar al encuentro.

Por: Carlos Muñoz Forero
Especial para
www.carrosyclasicos.com
Fotos Carlos Muñoz Forero y Organización del encuentro

 

Un recorrido que debe hacerse en unas 7 horas, se convirtió por nuestra accidentada topografía, por los innumerables derrumbes a causa de un fuerte invierno y a los inevitables accidentes de “tractomulas” en una pesada jornada de casi dos días para nuestros trajinados, consentidos y heróicos vehículos, que junto con nuestras familias sometimos a grandes riesgos. Afortunadamente estábamos tranquilos, confiados en la ingeniería nacional que construyó las vías y gracias a la  política de seguridad democrática implantada por el actual gobierno, que nos permite atravesar el país por las más recónditas vías a cualquier hora en nuestros llamativos vehículos sin riesgo para nuestra integridad.

 

Finalmente, con más o menos horas de intervalo llegamos a la sede del XX Encuentro Nacional de Autos antiguos y clásicos, desde diferentes puntos del país a la hermosa ciudad de Santa Fé de Antioquía, un bello lugar con una arquitectura admirable y la cálida recepción por parte del los anfitriones, Club Clásicos de la Montaña (CLAM), que nos reanimaron y nos hicieron sentir que el viaje valió la pena.

 

Tomaron parte en el encuentro, además del Club Clásicos de la Montaña (CLAM) organizador del evento, Autoclub Antioqueño de antiguos y clásicos (ACLA), Club Colombiano de Automóviles antiguos y clásicos (CLAC), Clásicos y antiguos de Santander (CLAS), Club Classic, Club Clásicos de Cali, Club Museo de Jarras, Club Mercedes Benz de Colombia y como invitado el naciente Porsche Club, que permitieron reunir en esta bella zona de Colombia 140 vehículos. Resulta grato observar el entusiasmo que despierta esta afición tanto dentro de los participantes, como en los habitantes de las regiones recorridas. Los vehículos procedían de lugares tan distantes como  Antioquía, Valle, Santander, Sucre y Bogotá que aportó  la mitad de la concurrencia, además de participantes llegados de las hermanas repúblicas de Ecuador y México, sin importar todas las dificultades de movilización.

Es muy placentero ver el esmero puesto por los organizadores para atender a los participantes que con sus familias disfrutan de este hermoso entretenimiento y de la cultura que representa la consecución, restauración y conservación de este patrimonio histórico no sólo de las regiones sino de la patria y de la humanidad, representado en estos vehículos antiguos.

Los vehículos lucieron en todo momento, para deleite de la concurrencia y de sus propietarios. Modelos con varias décadas encima que lucen como nuevos sus originales e irrepetibles diseños y colores, al igual que el sonido de sus motores o de sus bocinas que nos trasladan a tiempos ya vividos o desconocidos para las personas más jóvenes. Además estos veteranos de las vías nos permiten apreciar  y disfrutar de la variedad y singularidad de cada uno de ellos, algo de lo que carece el vehículo moderno cada vez más genérico.

Quienes participamos en este tipo de eventos, consideramos que hacemos patria cuando llevamos nuestras preciadas joyas sobre ruedas a lugares muchas veces olvidados, para deleite de sus habitantes que disfrutan de un espectáculo muy raro en el que desfilan joyas sobre ruedas.

Cada año el encuentro es mejor, a este antecedieron los de  Armenia organizado por el club  Jarras, e Ibagué organizado en noviembre de 2007 llevado a cabo por el CLAC y que contó con el apoyo del desaparecido e inolvidable Hernán Tovar. Todos ellos pusieron un punto muy alto en organización y atenciones a invitados, mostrando la importancia de nuestro hobbie y el valor de fomentarlo ante el público general, más aun, ante las nuevas generaciones, a quienes ya vemos participar con mucho entusiasmo en este tipo de eventos, lo que nos da la tranquilidad de saber que al igual que en una carrera de postas, tenemos a quien entregar las banderas, seguros que esta hermosa y reconfortante afición tendrá trascendencia en  tiempo.

Fueron varios días inolvidables donde nos reunimos, disfrutamos, visitamos lugares que si no fuera por nuestros carros quizás no hubiéramos conocido; excelentes instalaciones hoteleras, estupendas comidas, miles de amables atenciones, recordatorios, muestras musicales.
Mención especial merece la admirable y minuciosa presentación del “Ronco”, Un Ford A versión de competición,  fiel acompañante de aventuras de Germán Ortega.
Como testimonio dejamos a ustedes este archivo fotográfico que podrán disfrutar gracias a www.carrosyclásicos.com

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