Breve historia de los surtidores de combustible

 

Breve historia de los surtidores de combustible

Por: Helena Restrepo Brigard

Era una fría mañana de septiembre de 1885, cuando el ingenioso Sylvanus Freelove Bowser, antes de irse a su trabajo, fue al pozo de su casa ubicada en Fort Wayne Indiana para sacar agua. Le fue imposible lograrlo debido a que el frío de la noche había congelado las cuerdas de la polea que levantaba el balde del fondo del pozo. Inmediatamente pensó en una solución para este problema. Construyó una bomba sencilla que con cada movimiento de la manija extraía una cantidad determinada de líquido. Lamentablemente no funcionó para la extracción de agua del pozo profundo pero dio origen a los dispensadores de gasolina.

Bowser nace el 8 de agosto de 1854 en una granja a las afueras de Fort Wayne Indiana. Aunque no existen muchos datos de su vida, se sabe que era de familia campesina y que su niñez fue muy buena aunque con poca escolaridad. Fue trabajador incansable en distintos frentes e incluso llego a ser vendedor ambulante.

Por esa época la gasolina y otros derivados del petróleo eran utilizados como quitamanchas o disolvente. Se vendía en las farmacias en donde eran almacenados en toneles de los cuales se sacaba con grandes cucharones para vaciarlos en la vasija que el cliente llevara. La manipulación inadecuada de estos productos era bastante peligroso ya que no se tenían en cuenta acciones tales como no fumar mientras se traspasaba al cliente, por tanto los accidentes eran muy frecuentes.

Bowser, no logró sacar agua de su pozo, pero pensó inmediatamente en el gran servicio que prestaría para la extracción de los derivados del petróleo y así inició la construcción de esta primera bomba, la cual se comercializó inicialmente entre las ferreterías y farmacias. La bomba que constaba de un barril de almacenamiento, válvulas de mármol, un émbolo de madera, una palanca de mano y una palanca del grifo en posición vertical, fue un éxito. Bowser formó la empresa S.F. Bowser y patentó su bomba en 1887.

A muchos kilómetros de distancia, en Mannheim Alemania, Karl Benz con su empresa Casa Benz y Cia, pensaba en la gasolina de una forma muy diferente. En 1885 construyó su primer automóvil, que en realidad era un triciclo de dos ruedas, movido por un motor de combustión interna el cual fue patentado el 29 de enero de 1886. Posteriormente, en el año 1888, su esposa Berta Benz, entusiasta seguidora de las máquinas construidas por su marido, decide realizar una excursión desde su lugar de residencia hasta su pueblo natal, con sus dos hijos en el tercer modelo del Motorwagen. Es así como ella, con el fin de mostrar el potencial del invento de su marido, emprende el primer recorrido interurbano de 80 kilómetros de Mannheim hasta Pforzheim.

El recorrido era largo y el combustible fue insuficiente, razón por la cual se detuvo en la farmacia del Sr. Willy Ockel, en Wiesloch, en donde compró unos litros de “Ligroin” que era un producto derivado del petróleo utilizado para limpieza. La Farmacia estaba ubicada en la planta baja de una casa de residencial.

Hoy la casa permanece en perfecto estado y es un reconocido Hotel. Tiene una placa en la puerta baja en donde se puede leer “Erste Tankstelle der Welt”, que significa “la primera gasolinera del mundo”.

 

Bowser, es pues el primer diseñador de una bomba para el suministro de combustible, de allí que inicialmente los dispensadores de gasolina verticales se conocieran como “Bowser”.

En 1988, Bowser inicia operaciones más firmemente con la SF Bowser, Inc., que empieza en funcionamiento en la avenida Creighton. Pero Bowser nunca soñó en lo que se convertiría un invento diseñado y construido en el granero de su casa. Su hermano Alejandro entró en el negocio y para 1920 la empresa ya vendía alrededor de 13 millones de dólares al año en bombas alrededor del mundo. Aunque la sede principal de la empresa permaneció en Fort Wayne, la empresa estableció sucursales en Londres, Toronto, Berlín, Paris y Rotterdam.

La empresa de Bowser, mejoró su bomba adicionando las recién implementadas medidas de seguridad y adicionándole una manguera para poder dispensar el combustible directamente en los automóviles. De esta forma, no solamente se solucionaban los problemas de derrames sino que la bomba adicionalmente medía con mucha exactitud la cantidad de líquido distribuida. Esta bomba fue denominada la “cisterna”, debido a que tenía un depósito subterráneo en donde de donde se bombeaba el combustible, término que continuo usando durante mucho tiempo para referirse a una bomba de gasolina vertical. Hoy en día este término se utiliza para denominar los tanques de agua instalados en los sanitarios y los vehículos de gran tamaño de transportan agua o gasolina tales como los camiones, aviones o buques cisterna.

La industria de las bombas verticales para suministro de gasolina empieza a ser un negocio muy rentable y es así como se le empiezan a sumar nuevas competencias a nivel mundial y a medida que fueron apareciendo los nuevos automóviles también fue apareciendo la necesidad de adquirir el combustible para poderlos llevar a cualquier lugar. En Alemania por ejemplo, aparece en 1909, la primera guía de gasolineras. Estaba constituida por cerca de 2.500 establecimientos, entre droguerías, tiendas de ultramarinos, tiendas de bicicletas, hoteles y casas de huéspedes, en se podían adquirir los hidrocarburos para la fecha tan preciados.

En 1993, se revoluciona la industria recibe un revolucionario cambio, con la presentación por parte de Wayne, de la bomba informática, la cual no solamente informaba sobre la cantidad de líquido expedido sino su valor. Inicialmente no obtuvo la aceptación esperada por la empresa Wayne, por lo que iniciaron una campaña a nivel nacional con el objeto de dar a conocer el nuevo producto y sus beneficios, con el slogan publicitario “Fill ‘er Up”, es decir “Hasta que Llene”. Con esto pretendían convencer a sus clientes, que la bomba cumplía con los requisitos de eficiencia y seguridad en los establecimientos de venta de combustible. La campaña fue un éxito rotundo.

 

Para 1918 la empresa Tokheim con sede en Iowa, fue adquirida por inversionistas de Fort Wayne. La empresa dirigida por Ralph F. Diserens, creció durante la post-Guerra hasta que alcanzó reconocimiento mundial, con sus bombas de medición, quienes posteriormente se convertirían en el principal fabricante de bombas en Fort Wayne. En el año 1950 fue la pionera de los equipos de autoservicio.

 El aumento de los autos a nivel mundial y especialmente en los Estados Unidos, con la producción masiva de auto de Henry Ford, resultó en la necesidad de nuevos lugares para cargar los automóviles de combustible. La primera estación de gasolina fue construida en Seattle en 1907 por la empresa Estándar Oil de California, hoy día la Chevron Texaco. Iniciaron con mucha fuerza instalando avisos en las carreteras publicitando sus estaciones y así continuaron con la construcción de nuevas estaciones de servicio por todo el país.

 

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