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Toyota Starlet

 Toyota Starlet Guerrero Samurai. Desafortunadamente no será posible que alcance la distinguida condición de clásico, por la gran cantidad de unidades fabricadas y por no reunir las condiciones exigidas internacionalmente, pero esto no le quita que desde su lanzamiento en 1978 marcó la pauta y estableció parámetros sobre lo que debe ser un automóvil para la ciudad, sin dejar de tener un destacado desempeño en carretera. Pero de lo que si estamos seguros, es que dentro de unos años será un automóvil interesante para los coleccionistas.

Por: Roberto Nigrinis

 

En el Starlet todo es practicidad. Carrocería compacta de tres o cinco puertas y Station Wagon y diferentes niveles de equipamiento. Motor de 1.166c.c, con una potencia de 56 HP/6.000 y un torque de 8,5 Kgm/ 3.800 rpm, montado longitudinalmente. Este propulsor se venía utilizando sin mayores modificaciones desde mediados de los años 60 en otros modelos de la marca.

 

En modelos posteriores el Starlet, incorporó un motor de diseño más moderno de 1.300 c.c. Existía la posibilidad de utilizar una caja de cambios de cuatro o cinco velocidades, manejada desde una palanca ubicada en el piso y con accionamiento directo de cada uno de los piñones, lo que evitaba varillajes y mecanismos que le hicieran perder precisión y suavidad al accionamiento.

 

 

 

La carrocería cuenta con espacio suficiente para cuatro personas, algo limitado pero suficiente. Una de las principales causas de su poco espacio, las constituía el generoso túnel que la surca por todo el centro, y bajo el cual gira el cardán.

 

En cuanto a suspensiones, la parte delantera recurre al sistema McPherson, mientras que atrás usa eje rígido con espirales. Esta combinación logra buen equilibrio entre firmeza y estabilidad. Los frenos adelante son de disco y tras de campanas, con servoasistencia.

 

El Starlet, marcó un hito en Europa y Estados Unidos, donde se le reconocen su versatilidad para desenvolverse con suficiencia en ciudad, carretera y autopista, lo mismo que su bajo consumo de combustible, algo muy apreciado especialmente por los habitantes del viejo mundo. Hoy en día se le recuerda con cariño y agradecimiento, no sólo en Norteamérica y Europa, sino en los cinco continentes, donde ha dejado una huella indeleble en la historia del automóvil.

 

 

 

Hemos tenido el inmenso placer de conducir uno de estos automóviles. Nuestra impresión no puede haber sido más positiva.

 

Ofrece buena comodidad interior, así sus interiores sean el colmo de la sencillez, ya que ofrece un tablero en el que se hecha de menos el tacómetro. Incluso el radio no permite sintonizar FM, solamente AM, y no ofrece opción para escuchar cintas y mucho menos discos compactos.

 

El rendimiento del motor es destacado, los 56 caballos de potencia se sienten desde muy bajas revoluciones. El accionamiento de la caja de velocidades es suave y preciso, lo que facilita la conducción. La dirección de cremallera aunque sin asistencia resulta descansada y rápida la momento de parquear o sortear obstáculos en el camino.

 

 

 

Condujimos el auto, tanto en denso tráfico urbano como en carretera de montaña, sorprendiéndonos la elasticidad del motor, para circular tanto a baja como a alta velocidad. En montaña supera vehículos de mayor cilindrada con sorprendente facilidad, gracias al torque del propulsor y a las relaciones de caja y diferencial que aportan lo suyo.

 

Este último aspecto resulta más que destacado ya que al vehículo probado se la cambiaron las llantas originales de 12 pulgadas, por unas más comunes de 13, lo que sin duda alteró las relaciones finales tanto de la caja como de la del eje posterior, haciéndolas más planas, con lo que se mejoró la velocidad final del Starlet, en detrimento del pique y de la capacidad de ascenso, lo que debemos decir no notamos en ningún momento.

 

La estabilidad en curva, al igual que la eficiencia del frenado, también son aspectos que merecen ser resaltados por su alta capacidad de cumplimiento del deber.

 

 

 

El auto que probamos, se encuentra en perfecto estado de conservación, fue fabricado en 1981 en Japón, por lo cual se diferencia de los modelos anteriores por tener faros delanteros rectangulares y no redondos.

 

Al abrir su guantera encontramos el manual del propietario, el libro de garantía firmado por su importador Distoyota, una ingeniosa carta de colores, con los tonos utilizados en la época. En el baúl hallamos el gato original y la herramienta de origen contramarcada con el nombre Toyota. Todo lo anterior certifica el sombroso esmero con que ha sido mantenido este pequeño japonés.

 

 

 

Incluso su actual propietario, el tercero que tiene el vehículo afirma que la pintura del automóvil es la original, con algunos retoques mínimos.

 

Realmente debemos reconocer que encontrar un vehículo, fabricado hace más de 24 años, en tan buen estado de conservación nos reconforta como amantes de los automóviles, y nos muestra que es posible cuidar un auto, sin dejar de usarlo, y que con un buen mantenimiento, cariño y respeto por una máquina, es posible que tenga una vida útil muy larga, y sobretodo sin darle problemas a su dueño.

 

 

 

FICHA TECNICA
Motor
4 cilíndros en línea
Cilindrada
1.200 cc
Diámetro x Carrera
75 mm x 66 mm
Potencia
56 HP/6.000 rpm
Torque
8.5Kgm/3.800 rpm
Compresión
9.01 a 1
Alimentación
Carburador
Tracción
Trasera
Transmisión
Manual de 4 velocidades
Suspensión Delantera
Independiente McPherson
Suspensión Trasera
Eje Rígido con Espirales
Frenos
Del. Discos; Tras. Campanas
Dirección
Cremallera
Llantas Originales
6.00 R 12
Llantas Actuales
175/70 R13"



Visto 14284 veces Modificado por última vez en Sábado, 08 Abril 2023 15:16