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Chevrolet Sprint

El proyecto comenzó a gestarse a finales de 1984 y arrancó en forma en 1985. El nuevo automóvil para un mercado cambiante debía ser económico, familiar y muy moderno desde el punto de vista tecnológico, condiciones que reunía el Suzuki Forsa, creación del fabricante japonés Suzuki con vinculación directa con General Motors, experto en motores pequeños de altísima potencia y mínimo consumo de combustible. Aquí se le llamaría inicialmente Chevette Sprint, pero luego de algunos estudios de mercado se decidió llamarlo Chevrolet Sprint para separarlo del modelo de origen Opel y ensamblado con CKD traído de Brasil, que se vendía en esos momentos como Chevette y con el cual no tenía nada en común.

Por: Roberto Nigrinis Velandia

 Con el inicio de la producción de los vehículos Chevrolet en Colombia en 1980, se comienza a vender un amplio portafolio de productos, que incluía automóviles, camionetas y camiones. Los Chevette, Celebrity y Monza surtían un mercado masivo en el que faltaba un automóvil pequeño y muy eficiente en espacio interior, pequeñas dimensiones y bajo consumo de combustible.


El modelo fue presentado oficialmente el 7 de octubre de 1986, e inmediatamente causó sensación. Los vehículos de origen Suzuki eran ya bastante conocidos en el país desde 1977 cuando arribaron los camperos LJ50 o 540 como los conocimos aquí. A estos se sumarían los LJ80 que se vendieron entre 1978 y 1981, que a su vez le darían paso a los SJ410 y SJ413, que a su vez se vendían al lado de los pequeños automóviles Suzuki Alto y SC100 que harían gala de la gran potencia y rendimiento sin sacrificar economía de combustible, algo inédito para la época en motores pequeños.

El Sprint fue todo un éxito, durante los tres primeros meses de su lanzamiento ya se habían vendido 1.200 unidades. Este éxito no sólo se debió a las características mecánicas del carro, sino a su vanguardista diseño que en su época era único dentro del mercado.
La versión inicial que permaneció en producción aproximadamente un año, contaba con un frontal inconfundible, en el cual se montaban dos faros rectangulares de tipo unidad sellada sin bombillo intercambiable (Sealed Beam), además de un timón bastante rústico, un tablero con los mandos  ubicados de manera muy diferente e los modelos posteriores, una tapicería en vinilo y paño escocés. Sin contar que las luces de cola tenían una configuración bastante particular, lo que también sucedía con la iluminación de la matrícula trasera que venía montada en la parte superior de esta. Adicionalmente esta versión contaba con una suspensión trasera poco amable que se basaba en una ballesta transversal, la cual también desapareció con esta primera versión dando paso a unos amables espirales. Los modelos de la primera serie utilizaban llantas de lona de 12 pulgadas.


La segunda y definitiva versión que aparecería a finales de 1987 y la cual se mantendría en producción hasta el año 2004, ya incorporaba faldón delantero, faros delanteros con bombillo intercambiable y otra parrilla frontal, nuevo timón y panel de instrumentos, lo mismo que la tapa del baúl de novedoso diseño y luces de cola con otra configuración, además de la doble lámpara lateral para la matrícula. En esta serie también cambió el tamaño de las llantas que ahora eran de 13 pulgadas.


Para 1990 ya se habían vendido 15.000 unidades del Sprint. Poco tiempo después se pensó en realizar una competencia automovilística monomarca con estos autos, lo que se constituyó en un éxito. Allí pulió su manejo y se convirtió en una realidad el juvenil piloto colombiano Juan Pablo Montoya, quien al lado de consagrados volantes despertó un gran interés entre el público local, ávido de emociones.


A lo largo de su producción que se extendió por casi 18 años, sufrió pocos cambios, aparte de los que lo diferenciaban a su primera y a su segunda series. Los principales fueron la incorporación de rines de aleación ligera desde 1994, el montaje de un sistema de inyección monopunto en 1997 en los modelos del año siguiente y la puesta en venta de su versión taxi en el año 2002.


El Sprint se vendió casi en el mundo entero con el nombre de Suzuki Cultus o Forsa, con excepción de Canadá donde se llamó Pontiac Firefly.
Se vendió en el planeta con carrocerías de 3 y cinco puertas y utilizó a lo largo de su historia en el mundo, el conocido motor de 3 cilindros en línea montado adelante, el cual podía ser de 993 c.c con o sin turbo, o 1.300 de cuatro cilindros en línea disponible también con o sin turbo.
La segunda generación del Suzuki Cultus o Forsa, llegó a nuestro país donde fue conocida con el nombre de Chevrolet Swift que se vendió en Colombia entre 1991 y 2004, con carrocerías de 3 y 4 puertas, con motores de 993 c.c, 1.300 y 1.600, este último con opción de caja manual de cinco velocidades o automática de cuatro.


Sin duda alguna el Swift más recordado es el GTI, que con su motor 1.300 de 16 válvulas , con sistema Twin Cam y su carrocería de 3 puertas, fue por mucho tiempo el automóvil ensamblado en Colombia más veloz y rendidor, gracias a que su motor producía 100 caballos de potencia. Modelo que no se quedó atrás de su hermano menor el Swift 1.0, fabricado en Ecuador y que es uno de los vehículos que menos inconvenientes técnicos presentó tanto para sus dueños como para su fabricante.
El Sprint siempre fue reconocido por tener una bonita carrocería de cinco puertas con unos acabados básicos pero muy dignos, en la cual podían viajar cuatro personas con comodidad, siempre y cuando llevasen poco equipaje, debido a que el espacio para carga era muy limitado, lo cual afortunadamente se solucionaba plegando y abatiendo la silla posterior, con lo que el espacio para carga liviana y voluminosa aumentaba de manera bien importante. Era un vehículo diseñado para el uso urbano, pero en nuestras exigentes carreteras de montaña se desempeñó con lujo de detalles, incluso superando a modelos de mayor potencia y cilindrada, debido a lo versátil y potente de su motor y a sus relaciones de caja muy bien calculadas para nuestra topografía, que le permitían alcanzar buenas cifras de velocidad y aceleración. 

Aspectos mecánicos
A lo largo de su historia siempre utilizó en motor G10A de tres cilindros en línea (diámetro x carrera del pistón 74 x77 mm), montado adelante de manera transversal, con 6 válvulas, el cual producía una potencia de 50 HP/ 5.800 rpm cuando usaba un carburador doble y 53 HP/5.700 rpm, al incorporarle el sistema de inyección electrónica monopunto. El torque también aumentó, pasando de 7.6 Kgm/3.600 rpm en la versión con carburador  a 7,7 kgm/3.300 rpm en la motorización con inyección.
Siempre se utilizó una caja de cambios manual de 5 velocidades adelante con las siguientes relaciones: Primera 3,416 a 1; Segunda 1,894 a 1; Tercera 1,280 a 1; Cuarta 0,914 a 1; Quinta 0,757 a 1, Reversa 2,916 a 1 con una relación final de eje de 4,388 a 1. Suspensión McPherson adelante y de eje rígido atrás. Sistema de frenos hidráulico con discos ventilados adelante y campana atrás.
El peso total vacío era de 690 kilos, que sumados a una capacidad de carga de 450 kilos daba como resultado  1.180 kilos. El largo total era de 3,685 m, el ancho total 1,53 m, su altura total 1,365 m y la distancia entre ejes de 2,345 m. Con una capacidad del sistema de enfriamiento del motor de 4,3 litros y de combustible de 8,2 galones.

Las cifras del Chevrolet Sprint (Fuente GM-Colmotores)

Lanzamiento: Octubre 7, 1986
Unidad 1.000: Año 1986
Unidad 3.000: Año 1987
Unidad 5.000: Año 1987
Unidad 10.000: Año 1988
Unidad 15.000: Año 1990
Unidad 20.000: Año 1991
Unidad 30.000: Año 1994
Unidad 40.000: Año 1995
Unidad 50.000: Año 1997
Unidad 60.000: Año 2000
Unidad 70.000: Año 2004


Del Suzuki que se lanzó en Colombia el 7 de octubre de 1986 como Chevrolet Sprint y que se mantendría en producción por casi 18 años y del cual se fabricarían 70.848 unidades, la última donada por Gm Colmotores al Banco Arquidiocesano de alimentos como una contribución social a favor de los más necesitados, quedan muchos recuerdos agradables e inolvidables reafirmados por su calidad a toda prueba, que se ve todos los días en calles y carreteras donde la gran mayoría de ellos transportan a sus dueños y a sus familias con la confiabilidad del primer día. Aún en este momento en que los precios de los usados bajan de manera acelerada y hay modelos que poco o nulo atractivo para los clientes, el Sprint sigue siendo apetecido y sus precios continúan fuertes, algo que sucede con pocos modelos en la actualidad.

Visto 48963 veces Modificado por última vez en Jueves, 29 Julio 2021 20:20