Las llantas juegan un papel definitivo en la seguridad de un vehículo. Por ello, Dunlop, a través de la Importadora Nacional de Llantas (IMLLA), su representante en Colombia, comparte algunos consejos para un buen uso de las llantas en la temporada invernal, que empiezan con la recomendación de aumentar la distancia de seguridad en al menos doce veces con respecto a las carreteras de asfalto seco. Es la mejor precaución.

Revisar el estado general de las llantas reviste especial importancia en la época de lluvias. Las llantas lisas o con labrado deteriorado, que deben ser cambiadas en cualquier temporada, en la de lluvias se vuelve perentorio. Esto evita accidentes.

Las calles embarradas o las zonas que acumulan barro o hierba mojada por la presencia de la precipitación de agua, son muy peligrosas. Si su vehículo queda "enterrado" en barro o hierba mojada, debe impulsarlo suavemente adelante y atrás. Debe evitar que las llantas patinen. La fuerza causada por el patinaje excesivo puede ocasionar cortes en la banda, deteriorando el neumático y también puede elevar la temperatura en el interior, lo cual podría provocar una explosión de la llanta. Algunos vehículos pueden llevar una llanta hasta este punto en tan sólo cinco segundos.

Cuando se transita por asfalto mojado, se puede presentar hidroplaneo, que implica la pérdida total del control del vehículo cuando. Ante esta situación es conveniente reducir la velocidad y adecuarla al tráfico.

La ingeniería de Dunlop recomienda tener en cuenta tres factores importantes que contribuyen a la pérdida de tracción en carreteras mojadas: cuando la velocidad aumenta, la capacidad de adherencia disminuye de forma notable.

La mayor profundidad de la capa de agua sobre el asfalto, hace que se reduzca la capacidad de adherencia de la llanta, aunque incluso capas reducidas de agua con baja velocidad pueden hacer que un vehículo patine con facilidad.

El tercer factor a tener en cuenta, es la profundidad del labrado o desgaste como se mencionaba anteriormente. A medida que las llantas empiezan a desgastarse, su capacidad de resistir al hidroplaneo se reduce.