El Jaque Mate de Liberty Seguros al fraude

Acciones concretas en la implementación de los procesos de investigación y la cultura preventiva hacen que menos del 1% de las reclamaciones sean fraudulentas

En Liberty Seguros, gracias a la implementación de una cultura preventiva y mejora continua de los procesos de detección, control y prevención del fraude, se ha disminuido el porcentaje de reclamaciones fraudulentas a menos del 1%.

Acciones concretas como la implementación de los procesos de investigación, los análisis de modalidades, la frecuencia y ubicación geográfica, los materiales probatorios, las auto auditorías y reinspecciones, así como la contratación de personal y proveedores especializados en prevención, hacen parte de las múltiples iniciativas por parte de Liberty Seguros para contrarrestar las diversas modalidades de fraude en los seguros.

De acuerdo con la información suministrada por la aseguradora norteamericana, los fraudes más comunes y recurrentes en el sector, se presentan de manera externa y tienden a ser gestados por bandas criminales con el objetivo de lucrarse ilícitamente en ramos como SOAT, automóviles y generales.

“Blindamos a la compañía teniendo como estandarte, una política de cero tolerancia y prevención, que nos ha permitido identificar plenamente las diversas modalidades de fraude en nuestro país. Las reclamaciones fraudulentas más frecuentes se hacen a través de pólizas prestadas, declaran eventos inexistentes, reclaman elementos que no se encontraban en el lugar del siniestro o que están sobre valorados”, comenta César Rodríguez, Vicepresidente de Indemnizaciones de Liberty Seguros.

Según los datos brindados por la aseguradora, la labor de detección e identificación de los fraudes inicia con cada una de las líneas, quienes establecen en primera instancia, las posibles señales de alerta que existen en el caso referente a la comisión de un fraude, luego continúa el análisis por parte del personal de investigaciones de la gerencia de control y calidad, quienes establecen la veracidad del siniestro o la necesidad de incluir una investigación externa (labor desarrollada por proveedores expertos contratados por la compañía para adelantar las verificaciones en campo) con base en la instrucción emitida por los informes que entrega control y calidad.

Una de las modalidades de fraude se puede ejemplificar así: una persona sufre una fractura ósea debido a un accidente común. Por la ausencia de afiliación a una EPS, la persona se presenta a una IPS con la póliza SOAT de un amigo. Allí, indica que sufrió un accidente de tránsito en el vehículo asegurado. La clínica presta la atención respectiva partiendo de la buena fe de la persona. Posteriormente, realiza el cobro a la aseguradora. Los investigadores de Liberty recopilan la información, en conjunto con el investigador de la IPS, quien después realiza contacto con el tomador de la póliza y víctima del hecho, a quienes se les realiza una entrevista. Finalmente, se realiza la verificación con las autoridades competentes y se realiza una visita al lugar del presunto accidente, en el cual se valida a través de labores de vecindario la veracidad del hecho.

“Los entes reguladores apoyan a las compañías a través de la recopilación de la información y socialización. Pero vemos necesario fortalecer los mecanismos de cooperación en el sector para trabajar de manera grupal en la prevención del fraude, compartiendo experiencias y buenas prácticas”, señala Rodríguez.

Si bien quienes intentan hacer fraude son una minoría, la compañía ha desarrollado una estructura robusta para prevenirlo y así blindarse para que sus efectos no perjudiquen a los asegurados.

 

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