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¿Por qué un sueco tiene más probabilidades de sobrevivir en un accidente de tránsito que un colombiano?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) anualmente cerca de 1.35 millones de personas pierden la vida en accidentes de tránsito y 50 millones resultan heridas por la misma razón. Es decir que hoy en día mueren más personas en este tipo de sucesos que por HIV, tuberculosis y enfermedades diarreicas. De hecho, el organismo advierte que las heridas ocasionadas por este tipo de sucesos son la primera causa de muertes en niños y adultos jóvenes entre los 5 y 29 años.

En Colombia, el más reciente anuario de la Agencia Nacional de Seguridad Vial registró que entre enero y octubre de 2020, 4156 personas perdieron la vida en siniestros viales. Haciendo de los accidentes de tránsito la segunda causa de muerte en el país.

En Suecia, el país de la Unión Europea que menos accidentes de tránsito mortales tiene al año, la situación es radicalmente diferente. En 2019, sólo 223 personas fallecieron de esta manera según las estadísticas de la Agencia de transporte sueca. Es decir, teniendo en cuenta la población de cada país, es cuatro veces más probable que una persona muera en un accidente de tránsito en Colombia que en el país nórdico.

 

Estas son algunas de las razones que han hecho del país nórdico un referente mundial en seguridad vial y por lo tanto un modelo a seguir para países en todo el mundo que cada año adoptan más estrategias del modelo sueco en la búsqueda de un futuro más seguro para la humanidad.

Visión Cero: voluntad para alcanzar un objetivo

En 1997, el parlamento Sueco, Riksdag, votó a favor de la ley ‘Visión cero’ que tiene como objetivo erradicar del todo las muertes por accidentes de tránsito.

Aunque esta meta puede sonar demasiado ambiciosa, Visión Cero ha demostrado ser un caso de éxito como lo demuestran la importante reducción de siniestros viales a lo largo de los años. Desde que comenzó el plan, las muertes en carretera se han reducido casi a la mitad y tan solo entre 2018 y 2019 la reducción fue de más de un 30%.

No en vano, países como Noruega, Canadá, Estados Unidos y varios países de la Unión Europea han empezado a copiar varios de los puntos que contempla el plan visión cero como los que siguen a continuación.

Grandes aliados: la unión hace la fuerza

Sin la cooperación de diversos actores, empresas e instituciones, los resultados de Visión Cero no habrían sido posible. En Suecia existe el Programa estratégico de investigación e innovación de vehículos (FFI por sus siglas en sueco). Se trata de una alianza entre el gobierno sueco y la industria automotriz que financia y desarrolla proyectos a favor de la seguridad y el medio ambiente.

Por eso, Volvo lleva años trabajando de la mano con el gobierno sueco en la planeación de carreteras e infraestructura más segura. Esta forma de pensar no es reciente para la marca. Ya hace casi un siglo, en 1927, cuando se creó Volvo, Gustaf Larson, uno de los fundadores, escribió en uno de sus primeros manuales de ventas: “Los carros son conducidos por personas. Por lo tanto, el principio que debe guiar cada una de las cosas que hacemos en Volvo debe ser la seguridad”.

En 1959, después de más de un año trabajando en su diseño, el ingeniero de Volvo, Nils Bohlin creó el cinturón de seguridad de tres puntos. Con el invento, y gracias a que Volvo renunció a sus derechos sobre la patente para que todos los fabricantes automotores pudieran aplicar la tecnología en sus coches, la marca dio un paso fundamental para hacer las carreteras del mundo un lugar más seguro para cualquier persona. Cincuenta años después de su creación se estimaba que más de un millón de personas en el mundo se salvaron de morir en accidentes de tránsito gracias a esta innovación.

 

La historia de Volvo está llena de ideas que se alinean con el mismo concepto y que han consolidado a la marca como una de las empresas más responsables con la seguridad de los seres humanos y el medio ambiente. Por eso, han desarrollado inventos fundamentales en la seguridad vial como el asiento de seguridad para niños orientado hacia atrás, los airbags de impacto lateral, la sonda lambda, sistemas de protección antivuelco y muchos más.

Infraestructura: seguridad antes que velocidad

Pocas intersecciones, vías exclusivas para bicicletas y peatones, muchas glorietas y puentes peatonales, son algunas de las formas en que las calles y carreteras en Suecia han contribuido al bienestar y seguridad de cientos de miles de personas. La filosofía que sustenta estas decisiones es la convicción de que la seguridad es más importante que la conveniencia o velocidad de algunos trayectos.

Entre los ejemplos más conocidos de esta forma de pensar se encuentran las carreteras 2+1. Básicamente, se trata de una calzada de tres carriles: dos en un sentido y uno en el otro separados por una barrera. Los carriles externos se mantienen siempre en una dirección mientras que el central (que se usa para adelantar) se alterna entre uno u otro sentido según el tramo de la carretera. Ha sido tal la efectividad del diseño que, desde que se construyeron los primeros kilómetros de este tipo de vías en 1998, se estima que en Suecia el número de accidentes fatales se redujo en un 50%.

Reducir el factor humano

 

El diseño de infraestructuras inteligentes no es lo único que se necesita para evitar muertes y lesiones graves en accidentes de tránsito. Reducir los errores humanos al momento de conducir es uno de los factores que deben tenerse en cuenta si se quiere prevenir, en la mayor la medida de lo posible, una tragedia.

Por eso, en Suecia los exámenes para obtener una licencia de conducción son particularmente difíciles, la ley se aplica con rigurosidad y las multas por un comportamiento inadecuado o ilegal detrás del volante son elevadas.

 

Otra de las estrategias exitosas, en la que Volvo es pionera, es el desarrollo e implementación de sistemas de seguridad basados en sensores inteligentes que pueden activar sistemas de seguridad como la reducción de velocidad del vehículo o el frenado en el caso de que detecten una conducción irregular, ya sea por que el conductor se ha distraído, dormido, o esté bajo efectos del alcohol.

 

Como si fuera poco, en 2019, la marca desconcertó a la industria cuando anunció que a partir de 2020, todos sus coches tendrían un límite de velocidad de 180 km/h. Contrario a la intuición de que la velocidad es lo más importante, la preocupación de la marca está en buscar la manera de salvar tantas vidas humanas como sea posible.

 

En Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social tiene como objetivo reducir en un 50% las muertes y lesiones causadas por siniestros viales para el año 2030. Remitirse y replicar las estrategias que han hecho de Suecia un modelo a seguir puede ser fundamental para cumplir esa meta.

 

 

 

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