Mafalda y el automóvil: Más allá del Citroën 2CV

Una nota que rinde homenaje el famoso personaje creado por el recordado dibujante y caricaturista argentino Joaquín Lavado más conocido como Quino.

Textos y fotografías: Camilo Ernesto Hernández Rincón

Especial para www.carrosyclasicos.com

 

A mediados de 2017 tuvo lugar en Colombia la exposición "El Mundo según Mafalda". Una maravillosa muestra que ha recorrido diferentes partes del mundo y que tanto Bogotá como Medellín tuvieron chance de escenificar gracias al esfuerzo de patrocinadores privados más las gestión de la embajada argentina en Colombia. En la capital nacional dentro del tristemente desaparecido Museo de los Niños. En la capital antioqueña al pié de un almacén de gran superficie.

 

Realizada con calidad profesional y absoluto conocimiento sobre la obra maestra de Joaquín Salvador Lavado Tejón "Quino", esta muestra deja inmersos en ella durante casi dos horas a visitantes de todas las edades que buscan rememorar y aprender más sobre esta niña que en una década fue más allá de ser un simple dibujo: a través de la peculiar precocidad de Mafalda, Quino cuestionó al mundo con un sentido del humor profundo y altamente reflexivo. Entre ella, su familia y sus amiguitos crearon un microcosmos que contribuyó a la transformación social enarbolada por las juventudes de los años sesenta y setenta desde una Latinoamérica que reclamaba su protagonismo ante el mundo. Su influencia transformó la mente de las generaciones del medio siglo anterior, hizo visible a la Argentina de clase media urbana con sus dichas y sus pesares. Su madurez trascendental vestida de inocencia infantil valorizó aun más al cómic como producto artístico y cultural. Grandes pensadores y autores como Umberto Eco, Julio Cortázar o Gabriel García Márquez  tomaron a Mafalda como referente.

Pero uno de los encantos de "El Mundo según Mafalda" radica en la reconstrucción de la vida que le correspondió con sus semejantes allá en un apartamento familiar de la Buenos Aires de mediados del siglo XX, en los amplios parques de barrios como San Telmo donde se reunía a jugar con sus muy caracterizados amigos y en su visión particular del mundo donde todo está ahí: su odio visceral a la sopa o su amor por Los Beatles. Quino ambientó con esmero toda una serie de detalles en el dibujo que correspondieron a una realidad reconstruida al detalle que incluye el mobiliario del hogar de Mafalda y hasta recreaciones de cosas aparentemente simples pero de alto significado: desde el casco espacial hecho con un sifón de soda y caja de cartón con colador, hasta revistas del momento como Siete Días, Para Ti o Billiken. Todo ello ambientado en con los dibujos originales ampliados a gran escala, dentro de lo que hoy hemos denominado como "Realidad Aumentada".

Al final de la muestra se halla el más grande de los objetos tomados de nuestra dimensión real por el autor de Mafalda: ubicado al pie del almacén Don Manolo está el automóvil que su padre decidió comprar y que parece una caricatura para el profano por su aspecto; pero que es tan real  como la influencia del dibujante sobre el mundo: un Citroën 2CV AZAM de color blanco exactamente igual en sus detalles al que aparece dibujado.

 

Sinopsis "Doscaballista" en la obra de Quino

Al lado de Felipe, Susanita, Miguelito, Manolito, Libertad, Guille o los padres de Mafalda, el 2CV es un personaje más de la tira aunque en un nivel secundario. Por extraño que parezca, Quino ha dibujado al Citroën 2CV varias veces y no sólo en Mafalda sino en situaciones genéricas de su humor gráfico. Han aparecido referencias menos evidentes a otras marcas y modelos que incluyen motos; pero el 2CV no tiene pierde al ser identificado. La edad de oro de Quino se dio en los años sesenta cuando su dibujo se refinó lo suficiente para caricaturizar una realidad que los argentinos de esos tiempos corroborarían sin duda.

Incluso la relación de Mafalda con el 2CV tiene antecedentes muy anteriores. La primera sorpresa que se lleva el aficionado se remonta al libro "Mafalda Inédita" lanzado por Ediciones de la Flor en 1989 con dibujos hasta entonces desconocidos. En una de las primeras series publicadas en la revista Primera Plana, Mafalda le pregunta a su madre mientras van por la calle porqué no tienen auto. Ella le replica con una respuesta dada por su padre en tiras anteriores: "porque somos clase media".

Citroën 2CV y Estanciera

Esta historieta desconocida cobra importancia inesperada: publicada el 8 de diciembre de 1964, dos meses después del debut de Mafalda y cuatro años antes de que su padre compre el 2CV, es una demostración de los estándares de vida que experimentaba Argentina en esa década: el automóvil se convirtió en uno de los barómetros del progreso socioeconómico gracias al régimen de Promoción Automotriz del presidente Arturo Frondizzi desde1960 y a la popularidad del mismo en la escena deportiva de la que Juan Manuel Fangio se hizo referente. Casi toda la industria mundial se estableció entre Buenos Aires y Córdoba (la Detroit de Argentina) y comenzaba una transición de modelos autóctonos a una oferta propia pero más apoyada en marcas de cubrimiento global.

El 2CV, fabricado por primera vez en 1960 por Citroën Argentina se abrió lentamente su camino a la popularidad junto a competidores como el Fiat 600,el Renault 4L y hasta microcoches de industria local replicados de la Europa de postguerra. La idea era conquistar una clase media para que dejara atrás al transporte público y así fue ocurriendo paulatinamente. Junto con los autos llegaron los televisores, los electrodomésticos y prebendas heredadas del peronismo como las vacaciones pagas.

Es evidente que dicha tira no se incluyó en los libros porque contradice la decisión del padre de Mafalda que un día se cansa de soportar la demora de un colectivo. Esto ocurre cuatro años después cuando su entusiasta hija le insinúa comprar carro y éste se rehúsa en principio por los altos costos. Ya Citroën estaba absolutamente posicionada en el mercado y era arquetipo del progreso familiar que podía acceder a coche nuevo.

Era 1969 y no fue gratuita la aparición del automóvil en el contexto de Mafalda. Entre la decisión de compra y su aparición final en diciembre aparecen referencias a la llegada del hombre a la luna (la misión Apolo XI llegó allá el 20 de julio). Mafalda había evolucionado tanto en el dibujo como en su vida pues ya había nacido Guille un año atrás y faltaba otro para la llegada de Libertad. 

 

El personaje motorizado de Mafalda

Como antes se dijo, la cabeza del hogar se rehusó en principio; pero cedió casi de inmediato. Varias tiras más tarde se devela la decisión de compra en la calle cuando Mafalda se lo demuestra a Miguelito, y ante la extrañeza por su aspecto, ella le responde con una de las frases que terminarían de enamorar al mundo entero con el Citroën 2CV: "Es uno de los pocos autos en lo que lo importante sigue siendo la persona". Varias tiras más tarde se revela la angustia presupuestal del padre por la nueva adquisición, en lo cual Quino expone sus cuestionamientos a esta forma de "prosperidad al debe" de la clase media, hasta que finalmente aparece el 2CV en medio del entusiasmo de Mafalda y de sus amigos (exceptuando a la envidiosa Susanita).

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En él viajan de vacaciones a la playa al menos tres veces, van a la escuela en forma de una fantasía de Felipe para evitar los estudios, siguen las angustias por pagar las cuotas del auto y hasta se genera una disputa de carácter teológico con Manolito, le consigue un parqueadero permanente en el que su dueño no termina de confiar del todo... y hasta hay un choque con otro vehículo en una esquina. El reporte de daños según Mafalda arroja "...todo el presupuesto del mes, los nervios, la alegría de tener auto, el carácter, la confianza en los demás y un guardabarros".... mas exactamente el del lado derecho que se alcanza a ver totalmente abollado junto con la farola correspondiente torcida en una historieta que termina mal con Susanita... por cuestiones del momento.

Salpicados por un Ford Falcon

Las menciones o apariciones del 2CV de casa continúan esporádicamente y el mismo auto, inerte al fin y al cabo, adquiere ese protagonismo que Mafalda y Quino le han sabido imprimir a todo: en algún momento su propietario se angustia por un ruido que le acaba de aparecer cuando está funcionando. Mafalda le saca la lengua en plena calle demostrando que él no es "hijo único" por razones de salud. En una maniobra errada de otro conductor, Guille sorprende a todos con un lenguaje nada recomendable. Él mismo propone en una tira magistralmente diseñada que la familia cambie de auto, a lo cual el padre, por presupuesto y por suerte, no accede.

Cuando aparece esta situación, Quino está decidiendo suspender a Mafalda definitivamente después de casi dos mil tiras en una década. Era 1973 cuando esta genial niña se despide de todos en medio de la desilusión de sus seguidores. El cansancio del autor lo llevó a ello así como la necesidad de evolucionar. El 2CV aparece por última vez cuando su dueño cierra la puerta antes de ir a casa. A diferencia de Mafalda, el ahora llamado 3CV y apodado "La Rana" sobreviviría unos años más hasta el retiro industrial de Citroën Argentina de 1979 con una corta reaparición en los ochenta bajo marca IES América.

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Una curiosidad final que pasa desapercibida para muchos, es que el 2CV también aparece como juguete en medio de varias situaciones. Un vistazo cuidadoso a ciertas tiras deja ver que Quino lo dibujó con claridad. Esto tampoco puede ser visto accidentalmente: la industria argentina de juguetes replicó para los niños los automóviles que manejaban sus padres. Existen colecciones claramente identificables tanto del 2CV como de otros genuinos modelos entre aficionados: están los Duravit de caucho duro a comienzos de los años setenta o los modelos a escala de la casa argentina Buby. De hecho, cerca al 2CV de la muestra está una mínima colección de juguetes contemporáneos a los años de Mafalda, y ahí se exhibe además una furgoneta 2CV AK de plástico verde.

"Probamos" El auto del papá de Mafalda

En la dimensión real de Citroën también sucedieron cosas: Quino no se inventó un carro que ya llevaba más de dos décadas en el mundo, y tampoco hizo libre interpretación de los detalles que en él aparecen. Los lectores no argentinos se preguntaban por imprecisiones en el dibujo que nunca lo fueron pues había claras diferencias entre el modelo francés y el gaucho que se corroboran dando un vistazo al vehículo exhibido con respecto al dibujado.

Aparecen simultáneamente la tercera ventana lateral detrás de la puerta trasera con todo y la direccional al pie de la misma; pero la puerta delantera sigue teniendo apertura "suicida". Estos dos elementos no eran compatibles entre sí en la producción europea del momento, pues los argentinos se adelantaron a ello. Hasta finales de 1965, el 2CV francés carecía de esta ventana que sólo se conseguía como accesorio homologado desde 1958 en Bélgica. Su aparición vino acompañada en Europa por la corrección del sentido de apertura al sistema convencional más otros detalles como el cambio de persiana y de defensas. Esta puesta al día difería de un lugar a otro, pues el 2CV argentino se adelantó tres años en colocar esta ventana del mismo diseño pero de dimensiones mayores en su modelo AZLE (la E final por "Especial"). Esto pasó en 1963. Sólo ello diferenció a simple vista a ambos modelos. De paso, parte del material con que se ensamblaron los primeros 2CV en Argentina, era de origen belga, lo cual incentivó dicha mejora.

Otro elemento bien "gaucho" del 2CV es su búmper delantero. Mucho más adelantado y separado que en el modelo europeo, hacía ver al carro más alargado, incluso en el dibujo de Quino. La extensión se debe a la adopción de la "doble defensa", el tubo cromado sobre elevado y sostenido por los protectores (también de diseño diferente al francés) que por legislación tuvieron los vehículos de industria argentina para preservar las luces en las maniobras de parqueo . La "doble defensa" obligó a esta extensión para permitir la apertura del capó. 

Fiat 600

Otros elementos de fácil identificación son el emblema de marca "Citroën" en la tapa trasera de Baúl (el modelo francés no lo tuvo en ese momento pero el nombre si iba impreso en todo el centro del cromado divisorio entre la tapa y la lona) , el tablero de instrumentos de la segunda generación mundial viene con textos en castellano y velocímetro Jaeger hasta 100 k.p.h. que reza "Industria Argentina" (es la única equivocación de Quino que lo dibuja sólo una vez con relojes genéricos) y apertura parcial de las ventanas traseras sin paralelo en Francia. De resto, el coche comprado por el padre de Mafalda es identificado en todo el mundo como lo que es: un 2CV, y con absoluta precisión, un Citroën 2CV AZAM.

El 2CV AZAM fue la cuarta evolución de la gama en Argentina, presentada en 1966 y producida hasta 1971. Se hicieron 400 ejemplares del 2CV AZAM. Como curiosidad, la denominación AZAM surgida en Francia en 1963 con el aumento de cilindrada a 425 cc, fue abandonada allá en 1966 cuando se reemplazó por el Export.

Dicho motor de dos cilindros opuestos equipó también a los 2CV AZAM argentinos que desarrollaba 32 caballos de potencia y llegaba a los 85 kilómetros por hora. Desafortunadamente, el Citroën de la muestra no tiene nada debajo del capó y debe ser empujado o levantado cada vez que hay montaje. Dicen los anfitriones que se reconstruyó hace varios años así sólo para efectos de exhibición. El interior sólo alberga figuras planas de los cuatro miembros de la familia en cada asiento, donde de paso hay que agregar que el tapizado negro oculta un detalle que se echa de menos: las sillas dejaron asomados hasta los años sesenta, los tubos metálicos estructurales en su parte superior como en los puestos de los buses antiguos.

El 2CV es blanco por lógica con el dibujo. Mafalda se concibió como tira cómica diaria y nunca fue originalmente pensada para reproducirse en colores. Ha aparecido algunas veces pintado de rojo o de azul por capricho de quienes así quisieron publicar a Mafalda; pero queda claro el blanco inclusive en la única versión animada autorizada por Quino: hecha en Cuba en 1992 por Juan Padrón (Vampiros en La Habana). Los guiones ilustrados por su mismo autor para dicha versión también forman parte de la iconografía "doscaballista" de Quino.

Un hecho triste a su alrededor tuvo que ver con un movimiento de insurrección popular conocido como "El Cordobazo", sucedido entre el 29 y el 30 de mayo de ese año y que a la larga agrietaría el régimen del general Juan Carlos Onganía al que la Misma Mafalda cuestionó. La manifestación convocada por diversos sectores sindicales, entre los que se hallaban los de IKA - Renault y Fiat Concord, degeneró en vandalismo destructivo cuyo saldo fue el saqueo de un taller autorizado Citroën en Córdoba. Varios 2CV fueron sacados a la calle e incendiados junto con la edificación. Entre los muchos testimonios de esta asonada quedan fotos y películas de estos inocentes Citroën infamemente siniestrados.

En el mismo 1969 aparece el 3CV AZAM M28 en noviembre; pero corresponde ya a una nueva generación que incluye el cambio de apertura de puerta delantera un año después, el nuevo tablero de velocímetro grande, las direccionales en los guardabarros delanteros y los stops oriundos de los DS/ID y de los Dyane 6 europeos. A nivel mecánico su motor seguía siendo de 602 cc pero aumentado a 32 caballos que arrojaba 120 k.p.h.

Los otros modelos reales en el mundo de Mafalda

Mafalda = Citroën 2CV. Eso parece incuestionable y de resto lo que aparecen son representaciones genéricas que Quino hace de sedanes rectilíneos con baúl... o al menos, eso es lo que parece.

No obstante, el observador cuidadoso llega a identificar modelos reales en ciertas viñetas: en una de las vacaciones a la playa se ve a lo lejos al 2CV estacionado junto a lo que parece ser una Willys Jeep Station Wagon. Esta camioneta es tan icónica en Argentina como el 2CV y se armó entre 1957 y 1970 por Industrias Kaiser Argentina bajo la denominación de IKA Estanciera.

Otra historieta magistral ya del declinar de Mafalda la muestra a ella junto con su madre en medio de una avenida atestada y rodeados del tráfico mientras le pregunta si "los autos son seres que atacan al hombre para defenderse de qué". En medio de la descorazonadora reflexión se observan al menos a otros dos Citroën; pero llama la atención un pequeño coche cuyo aspecto no deja dudas: un Fiat 600. Al parecer, no es la única vez que Quino involucra al "Fitito" o "Bolita" en sus dibujos.

De resto, alusiones aisladas en rasgos característicos: un charco en la calle remoja a Mafalda ya Miguelito al paso de lo que parece ser un Ford Falcon por la luz trasera redonda que caracterizó a la marca en los años cincuenta y sesenta. Dos tiras que cuestionan la prepotencia de clase muestran a dos imponentes sedanes muy de la escuela estadunidense pero sin marca definida. La Argentina de entonces abrigaba al Ford Fairlane (Gran Torino en los EUA), al Dodge Coronado y al Rambler Ambassador, todos ellos grandes y lujosos. Uno de los de Quino parece simbiosis entre Cadillac y Rolls Royce y en él se va alguien que dejó de pensar en cambiar al mundo... porque el mundo lo cambió a él.

Como colofón quedan la incomprensión de Felipe sobre el funcionamiento de la caja de cambios del Ford-Lotus (el mismo Cortina inglés de alto rendimiento hecho en colaboración por ambas marcas entre 1963 y 1970), la insoportable frivolidad de Susanita fantaseando con su hijo médico en una absurda ambulancia Alfa Romeo Giullia Super Sport y una discusión de mecánica entre Felipe y Mafalda sobre la conveniencia de la tracción delantera o trasera... en triciclos y bicicletas.

En cuanto al genial Quino, nunca se supo si tuvo coche lo cual es improbable y hasta secundario en un hombre cuyo humanismo lo puso siempre por encima del asunto. Su papel como humorista gráfico estaba más comprometido en exponer desajustes sociales y más de una vez demostró menosprecio por la sociedad de consumo de la que el automóvil formaba parte en un momento en el que Argentina lo abrazaba para siempre. Igualmente resaltar que este 2CV no es único en los dominios del comic; pero si el más reconocido y que el colombiano Daniel Samper Pizano se refiere a él en "Requiem por el Dos Caballos" publicado en 1990.

Citroën 3CV

 

La cultura popular ha emparentado con éxito a personajes de ficción con vehículos que no lo son y esta relación ha sido celebrada por cultores de uno y de otro en más de medio siglo. Por algo, la mejor forma de explicarle quien ignora cual es el Citroën 2CV no es contándole una historia larga que arranque en la Francia de 1948, sino simplemente diciéndole que es "el carro del papá de Mafalda".

 

Fiat 600

IKA Estanciera

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