Este Renault 4 pertenece al periodista y estupendo fotógrafo argentino Diego Speratti, quien lo compró a su dueño original en el año 2007, en los días en que se desempañaba como director de la Revista Automóvil Panamericano en su edición colombiana.
Texto: Roberto Nigrinis
Fotografías Diego Speratti y Roberto Nigrinis
Al igual que había hecho Diego durante su residencia en México cuanto compró un Volkswagen Escarabajo para su uso diario. Adquirió en Colombia el vehículo más emblemático posible y eligió el Renault 4. Aún recordaba el triste final de su “Vocho” mexicano que fue robado o como diría Diego, fue afanado como se define al hurto en forma coloquial en el sur de nuestro continente. El Renault 4 al momento de su compra tenía un color extraño que aún hoy después de todos estos años no he podido definir con claridad y mucho menos exactitud y les dejo a ustedes la tarea de definirlo, ¿Será Beige grisoso o gris “beigesoso”? original tonalidad cromática que reemplazó al naranja con que fue pintado en la planta de ensamble de Renault en 1978.
Transcurrido un tiempo desde el momento de su compra, sucedió algo que motivaría a su dueño a cambiar el color de la carrocería. Un compatriota de Diego Speratti vendría a Colombia para contraer matrimonio con su novia colombiana. Este acontecimiento social motivaría a Speratti, a los padrinos de la boda y a varios de los invitados a pintar el carro de colores muy alegres y vistosos para usar el vehículo como coche nupcial. Acometieron la labor con gran celeridad y eficiencia y cada uno de ellos aportó su particular gusto para darle el acabado final que vemos en las fotografías.
Hasta donde sabemos y nos comentó Diego, nunca tuvo problemas con las autoridades de policía por haber cambiado el color del vehículo, el cual utilizó durante varios años para recorrer calles y carreteras de Colombia. A finales del año 2009 Diego había dejado su trabajo en la revista, había viajado a su patria a organizar su regreso. A comienzos del año siguiente regresó para recoger sus pertenencias entre las que se contaba su apreciado Renault 4 multicolor, el cual a su vez serviría para llevar rodando el trasteo hasta Argentina. Le ayudamos con algunos detalles recomendando el taller de don Efraín Becerra y sus hijos quienes se encargaron de la puesta a punto del vehículo, se pusieron al día detalles como el SOAT y la revisión técnico mecánica. Diego con trasteo a bordo partió en plan de paseo, con toda la tranquilidad posible. Visitó varias ciudades colombianas ubicadas al occidente y sur del país e ingresó al Ecuador, luego seguiría el Perú, donde según nos contó debió realizar una revisión de rutina del sistema de frenos. Cruzó el inclemente desierto de Atacama sin problema alguno y debió detenerse en la frontera entre Argentina y Chile para cambiar un rodamiento delantero que mostraba síntomas de cansancio. Posteriormente después de miles de kilómetros llegó a Buenos Aires donde rodó durante varios meses, después de los cuales al cumplirse el permiso temporal de estadía viajó a la ciudad de Colonia, en la República Oriental del Uruguay, ciudad que es considerada un museo sobre ruedas, a juzgar la antigüedad de buena parte del parque automotor que circula por esta villa, lugar escogido por Speratti para fijar su residencia. Hace algún tiempo no tenemos noticias de nuestro buen amigo, pero hasta donde sabemos, el Renault 4 Plus 25 modelo 1978 ensamblado en la planta de Renault en Envigado Antioquia, rueda por las calles de Colonia y por las carreteras uruguayas atrayendo miradas por su colorido poco común y despertando la curiosidad de quienes al mirar las placas del vehículo, seguramente se preguntan ¿Qué vaina será Zipaquirá?
Antes del viaje hasta Argentina
Antes del viaje hasta Argentina
Antes del viaje hasta Argentina
