El Chip del Rendimiento
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Por: Roberto Nigrinis
Hay que aclarar que aparte de cambiar un Chip, se deben tener en cuenta varios aspectos, los cuales explicaremos a continuación.
Repasemos conceptos. Los vehículos modernos realizan la mayoría de sus funciones mediante uno o varios computadores. El que nos interesa en este momento es el ECU (Engine Control Unit) que se encarga del óptimo funcionamiento del motor, en cualquier condición de trabajo y el cual trae de fábrica un Chip, desarrollado por los ingenieros de cada una de las marcas para lograr el funcionamiento más preciso y eficiente del motor en todo tipo de utilización y exigencia en la calle o en la carretera.
Hay dos tipos de Chips, los genéricos y los modificados. Los primeros se utilizan para autos de serie sin modificaciones. Mientras que los segundos, que se conocen como modificados o Custom, se programan de acuerdo a los cambios específicos realizados en el motor en el que se va a montar. Estos últimos son muy comunes en autos de pista o con pretensiones deportivas y hasta en vehículos blindados, que deben mover peso adicional.
Para desarrollar el Chip original o genérico, los ingenieros han tenido en cuenta lograr la mayor potencia y torque del motor, medidas en un dinamómetro, el menor consumo posible de combustible, el rango de revoluciones máximo a que debe girar el motor, y en el cual se limitan las revoluciones, el avance de la chispa e incluso en los vehículos turbo cargados la presión de este dispositivo para evitar daños y hasta el diámetro de las llantas.
Para modificar este rendimiento, y lograr mayor potencia y torque y por ende mayor velocidad, se desarrollan los Chips Modificados o Custom, que funcionarán de acuerdo a las modificaciones físicas que se hallan realizado en los aspectos mecánicos del motor del vehículo, como sistema de escape, modificaciones en el eje o los ejes de levas, instalación de alta, turbo o supercargador, e incluso oxido nitroso, buscando obtener el mejor rendimiento de un motor ya modificado.
Con un Chip modificado se puede ganar entre un 10 y un 20% de potencia en un motor atmosférico, esta ganancia es mayor en los motores con sobre alimentación, hablamos de los turbo cargados y los súper cargados, donde se pueden alcanzar cifras hasta de un 30% más de caballos de potencia y de torque.
Toda modificación trae consigo cambios, generalmente estas variaciones al exigir un mayor esfuerzo al propulsor pueden llegar a comprometer la duración del mismo, aunque en los motores modernos esta tendencia a sufrir un mayor desgaste disminuye gracias a los rangos de seguridad que maneja el fabricante del vehículo y a los lubricantes de última generación. Además se debe tener en cuenta quien realizará el trabajo, ya que entre más conocimientos y experiencia tenga el encargado de acometer la modificación, mayores probabilidades de éxito se tendrán.
En cuanto al consumo de combustible, si se conduce de la manera en que se hacía antes de las modificaciones, este debe bajar un poco, ya que al aumentar el torque, se requiere acelerar menos para que el vehículo logre la velocidad deseada. Pero si se cambian estos hábitos y se quiere viajar más rápido, utilizando más acelerador, el consumo aumentará desde un 10% para arriba.
Por último, para modificar un Chip, se puede trabajar sobre el que trae el vehículo, o por el contrario este se puede reemplazar por uno nuevo, que contenga las modificaciones, o que ya halla sido variado por un experto. Algunas personas prefieren la segunda opción, ya que conservan el original para ser utilizado en el futuro.
Recuerde comprar sus repuestos en sitios confiables. En el caso de los Chips, existen fabricantes y distribuidores que venden elementos de buena calidad y específicos para su vehículo, no se fije tanto en el precio como en la calidad de los componentes, recuerde que lo barato sale caro.