Carrocerías cada vez más grandes y motores cada vez más potentes además de aletas y cromo por todas partes
Iniciamos una serie en la que mostraremos la evolución de la marca Chevrolet desde la publicidad. Tal y como lo hicimos anteriormente con Ford, con Chrysler y con la publicidad colombiana, iniciamos una serie de entregas en las cuales mostraremos la evolución de los vehículos Chevrolet mediante la publicación de piezas publicitarias de diferentes etapas, algunas en color y otras en blanco y negro con ese sabor retro que a muchos de nuestros visitantes encanta. Esperamos que esta muestra sea del agrado de todos.
Llegamos a la sexta entrega de la serie Publicidad Retro Chrysler, que rinde un homenaje gráfico a una gran casa automotriz estadounidense. En esta serie se han visto piezas publicitarias que muestran la evolución de los autos producidos en diferentes épocas de su historia, al igual que los cambios que ha sufrido el mundo en el que vivimos en el transcurso de los años.
Después de superada la terrible depresión económica y una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba listo para tener nuevos automóviles. En esta carrera por ofrecer vehículos nuevos y estilizados Studebaker y Hudson picaron en punta, más no así “los tres grandes” General Motors, Ford y Chrysler. Este último debió esperar hasta abril de 1949 para presentar sus modernos diseños, más aerodinámicos, a los que con el correr del tiempo se les fueron incorporando motores cada vez más potentes, para mover gigantescas carrocerías cubiertas de cromo y provistos de aletas monumentales que evocaban aeronaves y mostraban una cada vez mayor influencia espacial en un mundo próspero y optimista, como el que se vivía en los Estados Unidos de América en esos días.
Cuando Walter Chrysler abandonó su puesto directivo en General Motors Corporation, era un hombre joven y millonario que disponía de mucho tiempo libre. Para ocupar sus días adquirió la Chalmers una empresa automovilística con dificultades financieras. De esta experiencia al mando de su propia compañía nacería la corporación que lleva con orgullo su apellido, la cual abrió sus puertas en 1924, para convertirse con el paso del tiempo en una de las “Tres Grandes” compañías automotrices de Detroit y del mundo por muchos años. Como un homenaje a esta gran corporación que inició actividades hace 84 años, iniciamos una serie que muestra la publicidad que se hacía 8 décadas atrás, con el mismo objetivo de hoy, motivar al cliente a comprar un vehículo nuevo. Tenemos piezas publicitarias producidas entre 1924 y 1930, en las que aparecen los modelos de la naciente corporación estadounidense.
En esta entrega de una de las secciones que más acogida y buenos comentarios ha suscitado, dentro de nuestra propuesta informativa, traemos unas atractivas piezas publicitarias de automóviles Ford. Estas corresponden al mítico modelo T, a las que se suman imágenes promocionales de los modelos A, fabricados entre finales de 1927 y 1931. Este modelo le daría paso al B, aparecido en 1932 y que incorporaba el famoso y longevo motor V8, que se fabricaría con modificaciones hasta 1953. En la muestra tenemos avisos de muchos modelos de los años 30 y 40. Este material evocador y de gran calidad muestra tendencias publicitarias de una época muy diferente a la actual, en la cual el mundo giraba de manera diferente y sin duda a otra velocidad muy diferente a la de antaño.
En esta cuarta entrega de la serie publicidad retro colombiana, iniciativa que ha sido reconocida por ustedes con múltiples elogios, traemos piezas publicitarias de Chevrolet Blazer, Swift GTI, Luv,Silverado. Al igual que de Renault 18 GTX, 21 y 9, lo mismo que Hyundai, Fiat, Mazda 626 Matsuri, Toyota Corolla y Burbuja y la sueca Volvo. Tenemos imágenes de diferentes épocas, de los años 80 y 90.
En esta ocasión traemos piezas publicadas en medios nacionales, de vehículos de marcas como Chevrolet y sus modelos Monza, Luv y Trooper, Suzuki con los recordados camperos LJ80 que subieron al cerro de Monserrate, Renault con el 4, el 6 y el 18, Fiat con el 750Z o “Topolino”, Toyota y su “Burbuja” y hasta de la desaparecida marca estadounidense Oldsmobile, además de motocicletas Yamaha y Suzuki GP125 y accesorios para personalizar el recordado Simca.
En esta segunda entrega de la serie publicidad colombiana, tenemos imágenes extraídas de revistas nacionales, en las cuales podemos ver modelos que ya no se producen pero que marcaron una época. Incluimos avisos de Fiat, Renault, Mitsubishi, Chevrolet, Mazda y Toyota, además de piezas publicitarias de pinturas automotrices y motocicletas Kawasaki y Honda, entre las que se destaca una de esta última, cuya imagen oficial es nada más y nada menos que Edson Arantes do Nacimento más conocido como Pelé, quien no sólo fue la imagen de las motocicletas, sino de los automóviles de la misma marca y de otra gran cantidad de productos de todo tipo. Para esta entrega agradecemos la contribución de Mauricio Acevedo, que nos facilitó algunas imágenes de su amplio archivo particular.
partir de la fecha iniciaremos una serie que mostrará piezas publicitarias que documentan la historia del automóvil en nuestro país, publicadas en los años 60, 70, 80 y 90. Tendremos piezas aparecidas en medios locales y con productos como motocicletas, pinturas para vehículos y por supuesto automóviles y camionetas, que seguramente traerán gratos recuerdos de días ya lejanos y que además servirán para mostrar los cambios sufridos y la evolución natural de nuestros amados vehículos, la gran mayoría de ensamble nacional, uno de los mejores del mundo en la actualidad.
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Con esta segunda entrega terminamos con la serie iniciada hace 15 días, sobre los avisos publicitarios que se publicaron en periódicos y revistas entre los años de 1934 y 1937, época durante la cual la Chrysler Corporation luchaba por superar los efectos de la depresión económica, con modelos muy originales, e incluso futuristas, como fue el caso del Airflow, vendido con las marcas Chrysler y Desoto, pero que nunca logró el nivel de acogida y ventas que merecía. Era moderno y aerodinámico y se fabricaba completamente en acero, algo que no todos sus competidores hacían, ya que recurrían todavía al uso de la madera para muchas de las partes de los vehículos que ofrecían y entregaban a los clientes.
En octubre de 1929 la bolsa de valores cayó. La economía mundial se desplomó, los millonarios pasaron a convertirse en mendigos en un abrir y cerrar de ojos y miles de personas perdieron sus empleos y sus bienes. La industria automotriz fue uno de los sectores que más se vio afectado, muchos fabricantes se encontraron en bancarrota y debieron cerrar, mientras que otros buscaron alternativas para seguir trabajando y ofreciendo a la cada vez menor cantidad de compradores productos novedosos. Este fue el caso de la Chrysler Corporation. Allí su presidente Walter P Chrysler encomendó a un grupo de ingenieros conocido como “Los tres mosqueteros” el diseño, desarrollo y ejecución de un automóvil, moderno y funcional que atrajera a los clientes. Este trío conformado por Owen Skelton, Fred Zeder y Carl Breer crearon el recordado, aerodinámico y futurista Airflow, que se vendió con las marcas Chrysler y Desoto entre los años de 1934 y 1937, cuando se dejó de fabricar ante la poca respuesta comercial de un público que no estaba preparado para tanto modernismo. En esta entrega veremos los avisos publicitarios que mostraban al Airflow
Entre los pasados miércoles 5 y el domingo 9 de diciembre de 2007, se llevó a cabo en el recinto ferial de Monjuic de Fira de Barcelona, el Palacio número 2 y la zona cercana a la plaza del universo. La vigésima cuarta edición de este tradicional evento que reúne a todos los amantes de los vehículos antiguos y clásicos de dos y cuatro ruedas, al igual que aviones y motonaves.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial el mítico Jeep, que había combatido al lado de los soldados aliados también había salido licenciado del servicio.
Publicidad europeas 1910-1930. Europa al igual que Norteamérica al comenzar el siglo XX, vivía un gran entusiasmo por el automóvil, lo que se reflejaba en una publicidad colorida y alegre, ilustrada de manera magistral por verdaderos maestros de la pintura. En estas imágenes también resulta un deleite poder observar la moda imperante en la época, la elegancia y distinción tanto de hombres como mujeres y por supuesto el diseño y el garbo de los automóviles de ensueño que se producían aquellos días.