El último lanzamiento de Renault, el Logan. Después de tanto esperarlo, por fin hace su arribo a las vitrinas de los países integrantes de la Comunicad Andina de Naciones, el Logan de Renault, el cual se producirá en la planta que el fabricante francés tiene en Envigado departamento de Antioquia, muy cerca de Medellín Colombia. Gracias a la invitación del Grupo Renault y de su representante local Sofasa S.A, pudimos conducir por carreteras del eje cafetero (departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío) el nuevo Renault Logan. Durante dos días, la organización del evento dispuso para los representantes de la prensa de Colombia, Venezuela y Ecuador, 30 unidades del novedoso modelo, para que fueran exhaustivamente evaluadas en diferentes y exigentes tipos de terreno. Como si fuera poco, los organizadores del certamen, nos agasajaron de manera amable y generosa, lo cual agradecemos.

 

Estamos seguros, que el lugar elegido no habría podido ser otro diferente. Esta región y su principal producto de exportación, el café, está arraigado en lo más profundo de nuestra nacionalidad, tal y como espera Sofasa suceda con su Logan, el cual se estima sea muy pronto el principal producto de exportación de la marca, a mercados tradicionales y a otros por conquistar. Adicionalmente la implementación del ensamble del Logan en Colombia, generará 150 empleos directos y más de 1.500 indirectos.

Vamos a mirar, qué pudimos extraer de esta prueba de manejo, para la cual tuvimos a disposición dos vehículos; el primero dotado de la motorización básica de 1.390 c.c y el segundo de la superior de 1.580 c.c.

Apariencia Física: Un diseño limpio y homogéneo, moderno y elegante, en el cual todos los elementos se acoplan perfectamente. Su frontal conserva intactos sus rasgos de marca, en los cuales sobresalen los faros de policarbonato de buen alcance. La cola levantada, según la tendencia actual, encuadra perfectamente con el diseño del frontal y la complementa totalmente. Las luces posteriores, perfectamente acopladas dentro del diseño general, reciben el apoyo de un tercer stop, ofreciendo todo el conjunto una luminosidad sobresaliente. Lo que si echamos de menos, fue la luz de reversa en los dos lados, aunque debemos decir que el lugar de esta, al lado izquierdo lo ocupa una útil lámpara roja contra la niebla. Todo el conjunto transmite a quien lo mira, una sensación de robustez, fortaleza y amplitud y longevidad.

Tiene una carrocería de cuatro puertas, con un coeficiente aerodinámico de (CX 0,36), y ha sido construida sobre la plataforma de los nuevos Nissan Micra y Renault Modus y Clío III. En ella se pueden alojar cinco pasajeros cómodamente. En la parte de atrás, se acomodan tres personas de más de 1.90 m de estatura, lo cual se logra con un generoso espacio para los pies de 420 mm, y también al tener un ancho en la silla posterior de 1.420 mm, similar al que se encuentra en el Renault Vel Satis. Todos los cinco puestos cuentan con cinturones de seguridad de tres puntos con sistema de pretensión. Además, los puestos delanteros permiten graduación en altura, a los que se suman cinco apoya cabezas y airbag para piloto en la versión Expresión 1.4, y el del copiloto en las versiones Dynamique 1.4 y 1.6. Vale la pena recordar que el airbag para el pasajero, puede ser activado y desactivado a voluntad.

Otro aspecto destacable es su excelente insonorización, que permite minimizar una de las principales causas de cansancio al viajar en un automóvil. La generosa altura al piso, permite viajar fuera del asfalto con total seguridad, gracias al protector inferior para el motor.

El amplio baúl tiene 510 litros de capacidad, diez menos que lo que ofrece el Megane II sedán. El compartimiento resulta fácil de cargar y de descargar, debido a que la tapa abre a ras de la defensa. El compartimiento de equipajes sigue la tendencia actual, que lo eleva mucho en altura, haciendo difícil el parquear, pero a cambio ofrece un espacio impensable con otro diseño diferente.

La carrocería ha sido construida para absorber la energía producida durante un choque, con lo cual se minimizan las lesiones a los ocupantes. Además, en las cuatro puertas se cuenta con barras de protección contra colisiones laterales y defensas colapsables, a lo que se suma un travesaño que separa el baúl de la cabina. Con la suma de todo lo anterior, el Logan cuenta con una celda de supervivencia.

Ergonomía: El Logan tiene un completo panel de instrumentos, en el que sobresalen el tacómetro y el velocímetro, a los cuales acompañan el indicador de temperatura y nivel de combustible de tipo digital. Este panel de instrumentos, fue construido en una sola pieza, para evitar ruidos y traqueteos. Los mandos en general son sencillos y suaves de accionar y quedan muy cerca de las manos, con excepción del botón que gradúa la altura de los faros delanteros, que queda muy abajo y casi escondida. La guantera es amplia y cuenta además con porta documentos en las puertas delanteras. Las sillas resultan cómodas y muy descansadas, como lo pudimos comprobar en casi 200 kilómetros de recorrido. Su presentación, además de sobria, aparenta resistencia lo que permite vaticinar longevidad.

Un detalle que resulta un lunar en es la carencia de la guaya para apertura del baúl, un elemento obligatorio, sobretodo en Colombia.

Los motores: El básico de cuatro cilindros, 1.390 c.c y 8 válvulas (E7J), produce 75 HP/ 5.500 rpm de potencia y 11,4 kgm/3.000 rpm, que se acopla a una caja de cambios manual de cinco velocidades adelante, cuyas relaciones de caja y final de eje muy picadas, algo en lo que Renault es un experto, han sido calculadas para la dura topografía montañosa que encontrará el Logan en Colombia. Este motor es ampliamente conocido en el país, ya que se montó en el pasado en los Renault 9, 19, Clío I, Symbol I, Kangoo y Metrópoli. Es alimentado por un sistema de inyección electrónica multipunto secuencial. Este propulsor cumple normas anticontaminación Euro IV, gracias a que cuenta con convertidor catalítico, canister, válvula PCV y sonda lamda.

El sistema de encendido es de tipo estático, sin distribuidor y utiliza dos bobinas. Tiene un índice de compresión del 9.5 a 1.

El propulsor de 1.598 c.c (K7M), también es de cuatro cilindros, tiene ocho válvulas y produce 90 HP/5.500 rpm y 13,0 Kgm/3.000 rpm de torque. Se monta con las mismas relaciones de caja y final de eje del motor 1.4., lo que se traduce en un funcionamiento muy holgado tanto en terreno llamo como montañoso. El motor 1.6 ya se conocía en el país, ya que algunos Scenic de la primera serie, de los que trajo Sofasa para pruebas y homologación lo traían.

El resto de la configuración es igual a la del 1.400 c.c descrito anteriormente.

Las suspensiones. Delante de tipo McPherson, utiliza un brazo triangular derivado del usado en el Clio. Mientras atrás, usa un eje en H con deformación programada, con espirales. Es el mismo sistema usado en el Renault Modus y en el Nissan Micra.

La suspensión fue diseñada para los malos caminos, pero en Colombia recibió sus retoques o “tropicalización” al aumentar la altura de despeje del auto frente al piso. A esto último también contribuye la utilización de rines de 15 pulgadas.

El sistema de frenos utiliza discos adelante y campana atrás, que reciben asistencia por vacío. En las versiones Dynamique 1.4 y 1.6, el ABS Bosh 8.0 de última generación y el REF (repartidor electrónico de frenado) están presentes.

Equipamiento: Airbag (doble en los Dynamique), cinco cinturones de seguridad retráctiles de tres puntos con pretensión, aire acondicionado en las tres versiones, bloqueo central, vidrios elctricos en las cuatro puertas (Versiones Dynamique), luz de baúl, radio CD y asiento del conductor con graduación de altura (versiones Dynamique).

Sensación de manejo: Una vez se abre la puerta, comienza el ritual de ponerse y de calzarse el auto. Se cuadra el asiento, y los espejos tanto el interno como los exteriores, que son idénticos para los dos lados. Se introduce la llave en el switch con sistema de reconocimiento. Antes de dar arranque, oprimimos el pedal de embragué y nos encontramos una grata sorpresa; éste pedal es muy suave de accionar, movemos con gran facilidad la precisa palanca de cambios hacía neutro. Encendemos el motor y arrancamos, comienza la prueba en el aeropuerto de Manizales, la cual tendrá como destino final Montenegro Quindío, previo paso por Pereira, Armenia y Salento entre otros lugares. Viajamos al volante de un Logan 1.400 Dynamique. Después de más o menos 120 kilómetros recorridos por todo tipo de terreno, podemos decir que el auto se comportó muy bien. Sostiene muy bien la velocidad en plano y se puede utilizar completamente el tendido de caja en terreno plano. En ascenso se debe pisar con decisión el pedal del acelerador, pero nunca requirió hacerlo a fondo, mientras mantengamos el motor entre las 3.000 y las 5.000 rpm el desempeño es bueno y se asciende con suficiencia utilizando la tercera y la cuarta velocidad. La tercera es acertada para adelantamientos, mientras se ruede alegre de vueltas, cuando se baja mucho la velocidad, con segunda se supera el obstáculo. La recuperación del motor es buena y eso que estamos frente a un motor de 8 válvulas, de diseño anterior. El accionamiento de la palanca de cambios es suave y preciso. Los frenos se comportan muy bien y transmiten buena sensación de frenado.

Las suspensiones ofrecen buena suavidad en terreno destapado o con huecos. Además en conducción deportiva, por terrenos asfaltado se muestran rígidas, muy de acuerdo a las necesidades de este tipo de exigencia, pero sin perder la suavidad, algo muy valorado en un automóvil de vocación familiar como es el caso del Logan.

La dirección de cremallera y con asistencia hidráulica, se endurece con la velocidad, lo que contribuye al manejo seguro. Además, el sistema filtra una buna cantidad de irregularidades, lo que contribuye al silencio a bordo.

Con el Logan de 1.600 c.c, recorrimos menos kilómetros, pero esto no nos impidió disfrutar de su conducción que es similar a la del 1.400. Salvo la mayor potencia del motor 15 HP y de su torque, únicamente notamos diferencia en velocidad punta en plano y en una capacidad de ascenso más holgada, que permite viajar en cuarta velocidad la mayoría del tiempo y no en tercera, algo que resulta lógico.

El consumo de combustible de los dos motores no es muy alto, algo sin duda muy importante en estos días en que la gasolina sube y sube y existen pocas o nulas posibilidades de control de este fenómeno.

En general la insonorización es sobresaliente, lo mismo que el espacio interior y la luminosidad del habitáculo. También vale la pena mencionar, que el radio de serie, pese a no ser un derroche de tecnología y modernismo tiene un buen sonido y un comportamiento en la función de reproducción de discos compactos, incluso en terreno sin asfaltar.

El Logan es un automóvil que mezcla tecnología moderna, electrónica actual, con componentes muy fuertes y probados hasta la saciedad, lo que se debe traducir en una gran sencillez de reparación y en una longevidad sobresaliente, algo que ya se ha convertido desde hace 35 años en una constante de la marca en Colombia, desde los días del venerable y casi inmortal Renault 4.

Resumiendo, la idea que tuvieron los directivos del Grupo Renault, cuando lanzaron la idea de producir un auto confiable, durable y económico, que fue el comienzo del proyecto X90, que dio origen al automóvil de los 5.000 euros, precio que no fue posible lograr ni al momento de su lanzamiento en Rumania el año pasado, cuando costó 5.700 euros, ni mucho menos cuando se comenzó a vender en Europa occidental donde su costo rondó los 7.500 euros. A Colombia no llegará en este módico precio, debido a las altas cargas impositivas del gobierno.

Por nuestra parte podemos decir que nos gustó, que es un automóvil creado para países como el nuestro, tal y como fue la idea original de su desarrollo.