La carrocería de cuatro puertas es la misma del Jetta con motor a gasolina que todos conocemos, su principal diferencia está en el motor, que en el modelo recién presentado en el mercado local es Turbodiesel, sin duda toda una novedad para la marca en el mercado colombiano, pero algo habitual en mercados como el europeo, donde la gran mayoría de los vehículos, especialmente los de alta gama se tanquean con a.c.p.m. aprovechando su menor precio y mayor economía no sólo en el precio de compra sino en cuanto a duración de los propulsores. Estas ventajas ya se comienzan a valorar dentro de los compradores de automóviles locales, algo impensable hace algunos años, y debido principalmente al aumento constante en el precio de la gasolina.

Tuvimos el gusto de contar con este vehículo, gracias a la gentileza de Volkswagen Interameramericana, representante de la marca alemana para el mercado Colombiano. La unidad probada llegó ensamblada de la planta de Puebla en México.

La carrocería es moderna y aerodinámica, sobresaliendo los modernos y eficientes faros delanteros que en la noche permiten conducir con total seguridad y que reciben el apoyo de las exploradoras ubicadas en el faldón delantero. Lo destacado también se repite con las luces de cola, de buenas dimensiones, acordes con el diseño general y de gran luminosidad. Para complementar la presentación el Jetta incluye unos modernos y bien logrados rines de aleación ligera de 15 pulgadas.

En el interior encontramos espacio para cinco pasajeros, acomodados en sillas de buena ergonomía, y todos con cinturón de seguridad. Además el piloto y el copiloto cuentan con airbag. Se cuanta con un radio sencillo pero que ofrece la opción de reproducción de discos compactos. Adicionalmente el aire acondicionado de manejo electrónico, el sun roof y el timón graduable en altura y profundidad complementan la oferta, al lado de un panel de instrumentos buen terminado y que contiene el velocímetro y el tacómetro, este último fundamental para aprovechar y cuidar el motor.

El baúl es estupendo, bien terminado y con una generosas dimensiones que invitan a viajar, el cual además ofrece iluminación y una útil toma de 12 voltios.

En cuanto a motorización, el rendidor propulsor de cuatro cilindros en línea, montado transversalmente adelante, produce 100 HP/4.000 rpm, y un estupendo torque de 23,9 Kgm aprovechable entre las 1.800 y las 2.400 rpm, rango en el cual el turbo enfriado por el intercooler, nos pega literalmente al espaldar de la silla. Antes de esta zona óptima de torque, es un automóvil potente, pero no brutal, y luego de superado este rango de vueltas y hasta las 4.000 rpm progresa poco y tiende a perder lo ganado si se abusa del acelerador.

La caja de cambios está bien calculada en cuanto a sus relaciones, lo que también sucede con la relación final de eje.

Con el Jetta TDI, es perfectamente posible ascender cuestas pronunciadas a velocidades entre 120 y 140 Km/hora, en cuarta y quinta velocidad, siempre y cuando se lograra dicha velocidad dentro de los márgenes óptimos de rendimiento (entre 1.600 y 2.400 rpm). El bajísimo consumo es su mayor fortaleza, durante nuestro recorrido de un poco más de 500 kilómetros , mezclando tráfico urbano con carretera el Jetta consumió a duras la mitad del tanque ( 7,25 galones ) de 14,5 galones , lo que nos da una cifra aproximada de consumo de 68.9 km/galón, de acuerdo a la indicación del marcador de consumo, que por cierto se mueve muy poco. La prueba la realizamos una parte importante en la ciudad de Bogotá, y el resto fue realizado entre la capital y la población de Chiquinquirá en el departamento de Boyacá. En terreno plano acelera con suficiencia y superar los 130 km/hora es algo sencillo y no se siente, además su noble chasis permite acometer un estilo deportivo de conducción con toda tranquilidad, a lo que también ayudan sus buenas suspensiones que ofrecen una ecuación ideal entre dureza y confort y los frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y EBD, que brillan por su efectividad y gran resistencia al calentamiento al exigirlos a fondo reiteradamente.

Supera con facilidad los 200 Km/hora, que a la altura de la sabana de Bogotá resulta una velocidad muy destacada. Por el contrario si desea una conducción muy reposada, el motor la permite sin queja y con un consumo aún menor del obtenido por nosotros.

El motor al igual que toda motorización diesel, cuesta más que uno similar de gasolina, pero su bajo consumo de combustible y su duración que siguiendo un riguroso plan de mantenimiento puede situarse en una cifra cercana al millón de kilómetros, lo hacen muy atractivo para cualquier cliente. Además el nivel sonoro del propulsor es bastante bajo, lo que resulta un plus adicional.

Después de realizada la prueba, no nos sorprenden los grandes avances que este tipo de motores han alcanzado en los últimos años, que han permitido incluso triunfos deportivos muy sobresalientes de estos motores, como acaba de suceder con el Audi R10, que ganó el pasado mes de junio las míticas 24 horas de Le Mans, luego del rotundo éxito previo, alcanzado en las 12 de Sebring. En el Jetta no sorprende este sobresaliente rendimiento, ya que sin duda alguna la experiencia del grupo Volkswagen del que hace la parte la marca Audi transmite toda su sapiencia a los autos de calle de las marcas que lo integran.