Por: Roberto A. Nigrinis Velandia

Desde el exterior la pinta es atractiva, su carrocería de cinco puertas, con las dos laterales traseras corredizas está bien lograda. A esta grata impresión exterior que nos transmite contribuyen sus rines de 14 pulgadas fabricados en aleación ligera, que no sólo permiten una mejor eliminación de calor de los discos y campanas de freno, sino que además su perímetro contribuye a mejorar la distancia de despeje al piso, sin duda alguna algo que preocupa a los conductores colombianos debido al pésimo estado de la gran mayoría de las vías.

Esta carrocería monocasco con un pequeño frontal que sobresale y que da acceso al radiador y a la bomba de frenos elimina la sensación de vehículo pequeño y chato que produce inseguridad en algunos conductores de vehículos similares.

En el exterior también se destaca el buen acabado de pintura, al igual que los faros delanteros y traseros de buen diseño y generosa luminosidad.

Al abordar el vehículo encontramos unas sillas cómodas y sencillas, con unos tapizados bastante sencillos, aunque esto último se entiende por tratarse de una vehículo de trabajo.

El panel de instrumentos es completo y la información que suministra es más que suficiente. La visibilidad es óptima desde el puesto de conducción principalmente debido a la generosidad de sus ventanas.

Lo que si resulta bastante elemental es la insonorización de la cabina, al igual que sus acabados, si los comparamos con otro tipo de vehículo y olvidamos de que se trata de un vehículo de trabajo.

Como equipamiento de lujo encontramos aire acondicionado, con una rejilla central montada en el techo, que se encarga de hacer llegar el aire fresco a los pasajeros que viajan en la parte trasera.

Aspectos mecánicos

El vehículo probado corresponde a la versión superior de la oferta de DFM en el país, esta dotado de un motor de cuatro cilindros en línea, con 8 válvulas, montado longitudinalmente bajo las sillas delanteras, las cuales deben ser plegadas para poder tener acceso al propulsor.

El motor de cuatro cilindros, xxxx c,c que produce xx HP/xxx rpm cumple con gran eficiencia sus funciones, gracias principalmente al buen torque de xxx kgm/xxx rpm que se aprovecha muy bien debido a las acertadas relaciones con que cuenta que permiten un buen escalonamiento de su caja manual de cinco velocidades adelante, que además resulta precisa de operar desde la palanca ubicada en el piso.

El accionamiento de su pedal de embrague es suave, y el sistema de cardán que acciona las ruedas posteriores es eficiente, fuerte y durable. Las suspensiones independientes adelante tipo McPherson y atrás con eje rígido y ballestas cumplen con su función con eficiencia.

El sistema de frenos servoasistidos, con discos adelante y campana atrás cumplen con su función sin reparo, incluso con el vehículo a full de pasajeros.

Sensación de manejo

El DFM no sólo es tractivo a la vista, sino funcional y versátil, debido a que se pueden plegar y hasta retirar las sillas, con lo que sus posibilidades de utilización se vuelven ilimitadas.

En cuanto a sus acabados son básicos, lo que no sorprende al tratarse de un vehículo utilitario de bajo precio, pero que sin embargo cuenta con algunos lujos como es el caso de las exploradoras y del aire acondicionado.

El motor muestra una buena potencia y un torque destacables, factores que se pueden aprovechar completamente debido a las óptimas relaciones de caja, que le permiten al vehículo ascender por terrenos muy empinados con total suficiencia, incluso con el cupo completo de pasajeros como lo pudimos apreciar durante la prueba a la que lo sometimos. El consumo de gasolina es bastante bajo y al poder funcionar con gasolina corriente, los gastos operativos disminuyen considerablemente, convirtiéndose en un plus.

Habiendo conocido los demás productos de procedencia china, que compiten con el DFM, podemos decir que este se encuentra un escalón arriba de sus competidores, lo que justifica plenamente el respaldo de Praco Didacol que representa actualmente en Colombia a marcas de tanta trayectoria como Peugeot, Daihatsu, Hino y Komatsu, tal y como lo hizo hace 90 años con el famoso Ford T.