Por: Roberto Nigrinis Velandia

Carrocería totalmente nueva, recorrida de punta a punta por líneas sutiles y definidas  que le dan una identidad propia, le permiten al Corolla proyectar una presentación única e inconfundible. Cuatro puertas dan acceso al amplio habitáculo contruido bajo el concepto GOA que mediante la utilización de aceros de alta calidad, forma una celda de supervivencia que protege a los ocupantes en caso de colisión, los que además cuentan con doble airbag frontal y lateral, cinturones de tres puntos con sistema de retracción y apoya cabezas, además de pedales retráctiles en caso de colisión. Para reforzar este importante aspecto, se le ha dotado de barras de protección en las puertas y defensas colapsables. Tanto la parte frontal como la posterior del Corolla, se encuentran dentro de los parámetros de diseño de la marca, que le hacen lucir un aspecto muy cercano al de su hermano mayor el Camry.

El Corolla permite que viajen cinco pasajeros en su interior y que estos dispongan de un generoso espacio para carga. El nivel de acabados es bastante bueno en las versiones básicas y muy destacado en las superiores.

El diseño interior es ergonómico y está muy bien logrado, todo queda en el lugar preciso para evitar que el conductor se distraiga con maniobras innecesarias. El panel de instrumentos informa sobre todo lo que acontece con el funcionamiento del vehículo de manera clara y oportuna.

Aspectos mecánicos
El vehículo probado estaba dotado del motor de cuatro cilindros en línea, de 1.794 c.c, con doble árbol de levas, 16 válvulas y sistema VVT-i que abre y cierra las válvulas lo justo para cada momento de funcionamiento, lo que le permite producir la máxima potencia y el máximo torque posible siempre, con el menor consumo de combustible y con la menor emisión de gases contaminantes. La potencia de este motor es de 136 HP/6.000 rpm y el torque de 17 Kgm/4.200 rpm.El índice de compresión es de 10,0 a 1. El motor 1.600 ofrece con un motor con tecnología similar 110 HP/6.000 rpm y un torque de 14,5 Kgm/4.400 rpm. Estos motores cuantan con acelerador electrónico que elimina las vulnerables guayas metálicas.

El vehículo que probamos facilitado amablemente por Sofasa Toyota y fabricado en Brasil, contaba con caja automática de cuatro velocidades ECT (Transmisión de Control Electrónico) trabaja en perfecta sincronía con todos los dispositivos electrónicos del vehículo y con el motor para adecuarse a las condiciones de manejo, topografía y velocidad de cada momento para obtener el máximo provecho del propulsor, sin afectar el consumo de combustible y evitando el cansancio al conductor y a los pasajeros.
Las suspensiones del Corolla son otra de sus fortalezas, adelante recurre al conocido sistema McPherson con barra estabilizadora. Mientras que atrás monta un sistema semi-rígido “tipo H” con barra de torsión. Este conjunto cumple a cabalidad con lo que promete su fabricante, poca vibración y ruido, gran comodidad de marcha, buena estabilidad de marcha, control del vehículo en curvas a gran velocidad y buena capacidad de carga. Esto lo pudimos apreciar de primera mano y podemos decir que es totalmente cierto.
El sistema de frenos con discos en las cuatro ruedas y servoasistencia, recibe el apoyo de los sistemas de ABS y EBD que le permiten ofrecer un funcionamiento estupendo.

Sensación de manejo
Al conducirlo transmite fortaleza y confianza, lo que siempre ha estado presente en los productos de Toyota, y lo que explica de manera sencilla y breve él porque de su éxito en el mundo entero por más de 40 años y en especial en mercados tan exigentes y competidos como el Estadounidense donde es uno de los más vendidos y lo ha sido por muchos años.
El puesto de conducción es muy cómodo y la visión es muy buena, con excepción de la visión hacía atrás, que al igual que en la totalidad de los modelos actuales resulta muy limitada.
Todo allí queda a la mano y dentro del habitáculo de pasajeros encontramos más de 20 compartimiento porta objetos, que permiten hallar el lugar perfecto para cada cosa que se transporte, en especial cositas pequeñas, que causan ruidos molestos. Si de baúl hablamos, debemos mencionar que es muy amplio y funcional ya que abre a ras de defensa, lo que facilita las labores de carga y descarga del mismo.
La comodidad interior es bastante buena y la ventilación interior destacada. Este aspecto recibe el apoyo de un sistema de calefacción para condiciones de baja temperatura y de aire acondicionado cuando se requiera. El sistema de dirección electro-asistida, de tipo cremallera, resulta muy agradable y precisa, además ofrece gran precisión en todo tipo de maniobras.

El motor es brillante, su potencia y su torque son estupendos en el 1.800, al igual que el funcionamiento de la caja automática. Hace algún tiempo probamos un Corolla 1.6 y nos dimos cuenta de su gran desempeño, que no desentona para nada al lado del que se obtiene en el 1.8.
El consumo de combustible es muy bajo para un propulsor 1.8, obtuvimos en tráfico mayoritariamente urbano unos 53 kilómetros por galón, una cifra más que racional. Con un trato más sutil del pedal derecho es posible superar los 55 Kilómetros por galón en ciudad y un poco más en carretera.
La caja funciona muy bien y no se extrañan más velocidades. Los frenos cumplen con su función con gran brillantez y muestran poca tendencia al sobrecalentamiento al abusar de ellos.

 Las suspensiones son muy amables con la concurrencia, aunque tienen una formulación que no riñe con la conducción deportiva, lo que habla de una buena ecuación lograda en este importante apartado.
Después de bajarnos de él, no sin un dejo de nostalgia, comprendemos porque es un modelo tan vendido en el mundo entero, primero por discreto y sobrio y segundo por amañador y confiable. No en vano se han vendido más de 33 millones de Corollas en el mundo y esta cifra seguirá creciendo.