Prueba del BMW 320 i y del 320 d

Prueba BMW 320i y 320d LCI

 

BMW 320 d

 

Desde abril de 2009 BMW tiene disponible la más reciente actualización de su modelo más exitoso en el país, el Serie 3. Probamos la variante sedán (E90) con el motor de 2 litros, la configuración más solicitada, así como el recién lanzado 320d, con un motor Diesel de igual cilindrada.

Texto: Manuel Fernández

Especial para www.carrosyclasicos.com

Fotos: Roberto Nigrinis y Manuel Fernández

 

No eran muchos los cambios por hacer en la bien lograda fórmula del BMW Serie 3. La que vemos aquí es su actualización natural dado el tiempo que lleva a la venta, pues a nuestro país empezó a llegar como modelo 2006, pocos meses después de haber sido presentado a nivel global.

A primera vista los cambios estéticos no son radicales, son sutiles pero logran quitarle esos años que se estaban empezando a notar. La carrocería en general se ve más acentuada gracias una cintura más marcada, nuevos parachoques y dos líneas en el capó que sirven para darle un aspecto menos pesado a la zona frontal.

El conjunto óptico trasero, de nuevo diseño, ahora es de diodos luminosos mientras que en el delantero apenas hay cambios de apariencia en la zona de las direccionales. Los espejos laterales, por su parte, son más grandes y proporcionan un mejor campo de visión.

 

Fácil y simple preparación

El Serie 3 nos sigue recibiendo de una manera amable en su interior, pues uno no se siente abrumado al abordarlo por primera vez por una lluvia de botones y mandos, mejorando la tarea de adaptación antes de emprender la marcha.

 

Nuestra unidad en el caso del 320i equipaba la interfase i-Drive, elemento que recomendamos entre las variadas opciones que se pueden escoger para el Serie 3 y que simplifica la gestión de muchas funciones una vez acostumbrados a su manejo; además, gracias a este accesorio el habitáculo también deja de lado una simpleza excesiva que muchos cuestionaron recién salió este vehículo, pues al menos el 90% de los Serie 3 que ruedan por nuestro país no lo llevan.

BMW 320i

 

El 320d que tuvimos la oportunidad de recorrer, por su parte, se presentaba menos equipado aunque, pese a la ausencia de varios elementos al ser una versión de acceso, mantiene la sensación de calidad característica de estos productos, incluso en accesorios propios de esta versión como el aire acondicionado manual.

 

La calidad de las superficies así como la ausencia casi total de detalles por mejorar siguen predominando en el interior, sólo habríamos preferido un plástico de apariencia más trabajada en la zona que rodea el cargador de discos compactos o a la palanca de cambios. Los bolsillos de las puertas delanteras habrían estado mejor con un recubrimiento para evitar ruidos, como el que tienen otros compartimientos como el del apoyabrazos o el práctico bolsillo a la izquierda del timón.

Motor del BMW 320i (gasolina)

Su posición de manejo sigue siendo muy versátil, y se puede ir sentado inusualmente abajo teniendo en cuenta que se trata de una berlina, eso sí, el cinturón sin graduación en altura quedará demasiado lejos del hombro. Las regulaciones son varias en las sillas delanteras –aunque no había apoyo lumbar en nuestras unidades-- y mezclan comandos eléctricos con manuales en los más equipados, como lo son la palanca para bascular el asiento únicamente desde la parte trasera o los de regulación longitudinal.

Panel de instrumentos BMW 320i

 

Una vez lograda la posición deseada, la fatiga será mínima. La tapicería en cuero sintético que BMW denomina ‘Sensatec’ se siente de calidad, contrario a otras plásticas imitaciones tan comunes ahora.

Atrás el espacio no cambió, conservándose muy similar a sus principales competidores alemanes, en donde las piernas no pueden ir muy holgadas pero la lograda ergonomía de los asientos compensan en parte la estrechez que puedan sentir los pasajeros más voluminosos.

 

Buen sabor de boca

Hay varios aspectos interesantes en el temperamento de ambos autos. Por un lado la suspensión transmite claramente todo tipo de irregularidades aunque no llega a ser seca. Esto genera dos fenómenos: el primero es que en autopista a altas velocidades se pueden llegar a sentir con claridad movimientos verticales, haciendo que a la larga se baje el ritmo de marcha para no perder la sensación de seguridad (es eso, sólo una sensación).

Panel de instrumentos BMW 320 d

 

El segundo se evidencia en trayectos revirados y en maniobras agresivas como una frenada de emergencia, pues muy rara vez se da un movimiento parásito, en este aspecto también se nota la buena puesta a punto del chasis.

El Serie 3 entra con gran facilidad a una curva así se fuerce la trayectoria (acción que podría generar un subviraje mínimo) y la conserva de una manera precisa, situación que toca enfrentar con más cuidado si el asfalto no está en buen estado (por tierra en la vía, desgaste o baches), debido a que el tren trasero tiende a resbalarse levemente, lo que se corrige de manera muy oportuna gracias al poco intrusivo control de estabilidad, que a veces puede llegar a intervenir al afrontar demasiados altibajos en el terreno.
Siempre y cuando se use el sentido común, esto no será más que una cualidad del comportamiento del carro que para algunos conductores dentro del perfil de un BMW puede llegar a ser incluso divertido.

Motor BMW 320 d

Las relaciones de caja están pensadas para mantener bajo el régimen de giro del motor y en algunos tramos de montaña puede llegarse a reflejar en el hecho de que toca mantener más los cambios más bajos para no perder el impulso (hablando del motor a gasolina); el paso de segunda a tercera genera una caída de aproximadamente 1.500 revoluciones por minuto, y son estas marchas las que más se usan por ritmo de velocidad en muchas vías colombianas. El escalonamiento se reduce de tercera a cuarta y de cuarta a quinta, en donde el alivio es de 1.000 rpm.

 

La sexta permite al 320i aceptables consumos de casi 38 kilómetros por galón a 160 km/h, dándole a la transmisión una configuración más conveniente para una autopista, mientras que el 320d en la misma marcha a 140 km/h logra unos envidiables 75 kpg.

Para el Diesel la posible preocupación por la aceleración y las relaciones de caja queda totalmente eliminada gracias a una respuesta claramente más contundente, poniendo en evidencia las ventajas de la sobrealimentación del 2 litros de 177 caballos y el abundante torque, de 35,6 kg-m entre las 1.700 y las 2.500 revoluciones por minuto (más de 10 adicionales comparado a su equivalente a gasolina).

 

El rango más óptimo para obtener la mejor aceleración ya sea desde marchas cortas o largas en el Diesel es a partir de unos 1.900 giros; a partir de ahí no se siente una pérdida de fuerza clara hasta el corte de inyección. En el 320d una maniobra de adelantamiento se efectúa con más tranquilidad. En ambos motores la potencia es suficiente para mantener ritmos de autopista de 120-140 km/h con seguridad.

 

La transmisión Steptronic tiene un manejo mejor de lo esperado teniendo en cuenta de que hablamos de una caja tradicional de convertidor de par. En los dos modos automáticos (Drive y Drive Sport) la respuesta es aceptable, como es usual, en Sport cambia más tarde y reduce algo más rápido los cambios que hagan falta, aunque lo ideal sería que también tuviera la posibilidad de generar retención del motor por sí sola mientras se frena.

 

El modo manual tiene un retraso mínimo entre el movimiento de la palanca (con una resistencia al accionarla muy bien pensada) y la inserción del cambio, que percibimos menor al de la Geartronic de Volvo y muy similar al de la Tiptronic empleada en el grupo Volkswagen. Si el cambio no se hace a voluntad, el 320i sube de marcha automáticamente al llegar a las 6.500 rpm, mientras que el 320d lo hace a unas 4.600, un régimen al que llega con una facilidad inusual en un Diesel.

Tubo de escape BMW 320 d

El recorrido del pedal de freno no es largo y tiende más hacia la inmediatez. Inicialmente se siente una desaceleración poco brusca para que después de muy poco recorrido actúe más de lo esperado. Cuestión de costumbre. El ABS entró prematuramente en más de una ocasión en el 320i, algo que nos resulta extraño en un BMW y tal vez se deba más al agarre de sus llantas (de diferente referencia a las del 320d, aunque de igual tamaño) o a la situación puntual del terreno (esto se dio en una carretera con tramos en obras).

El ya conocido motor de dos litros a gasolina y 156 caballos tiene un empuje progresivo, su rendimiento es correcto y por su condición de ser aspirado además de su cilindrada no tiene una zona de aceleración contundente a la altura de Bogotá (2.600 msnm).

 

Por ahora no está prevista la llegada de la evolución de este propulsor a Latinoamérica, con 14 caballos más y medidas para mejorar el consumo, que a ritmos altos registró en nuestra unidad 20 kpg, mientras que en ciudad se estabilizó en casi 29, cifra normal para su potencia y cilindrada.

El Diesel logró en un recorrido de 165 kilómetros en condiciones mixtas de carretera y ciudad 51 kilómetros por galón, un rendimiento destacable teniendo en cuenta las prestaciones que entrega.

Conclusiones

 

El Serie 3 sigue manteniéndose como una seria opción a considerar dentro de su segmento, en donde en el 2009 logró mantener un liderazgo en ventas que se ha conservado ahora que la fórmula recibió más ingredientes para mejorar un resultado que ya era bueno. Conserva las peculiaridades que uno espera encontrar en todo buen BMW, algo que valoran los más cercanos a la marca.

 

El agregado a partir de este año de la variante Diesel le da un toque interesantísimo a la entrada de la gama, pues el rendimiento y el consumo que puede lograr el 320d harían que más de un cliente se plantee seriamente su preferencia sobre el tradicional propulsor a gasolina, más cuando en el Diesel el buen tacto del carro en general se mantiene junto a la insonorización y la correcta comodidad, especialmente a nivel de vibraciones, una frecuente desventaja de los Diesel que no aplica en esta ocasión.

La gama tiene opciones más asequibles como el 318i de 143 caballos, mientras que del 316i se vendieron las 35 unidades que se importaron en el 2009.

 

En detalle:

-El i-Drive se encarga de las configuraciones del radio o del sistema CBS de mantenimiento, que muestra en tiempo real las condiciones de componentes del vehículo como la presión de las ruedas o los niveles de aceite y líquido de frenos, entre otros. También incluye las distintas variables del computador de abordo (a excepción del consumo instantáneo, que como en buen BMW desde hace varios años, lo indica una aguja  en el cuadro de mandos).

-Destacamos un excelente gráfico que se activa al engranar la reversa, que con una vista del auto desde arriba avisa sobre la proximidad del parachoques trasero a distintos objetos mediante colores (verde, amarillo o rojo).

-Resulta muy curiosa la ausencia de unas sillas abatibles o un apoyabrazos central trasero, que son accesorios opcionales, característica que nos permite hacernos una idea del perfil más usual del comprador de este tipo de vehículos.
 
-Arriba de las 4.500 rpm el motor de gasolina empieza a emitir un curioso sonido agudo que puede incluso llegar a divertir y que más de un conductor lo podría tomar como referencia  para cambiar sin tener que mirar el tacómetro.

-El 320d se distingue del 320i en sólo unos pocos detalles: el anagrama en la parte trasera de la carrocería, el diseño de los rines (que igualmente se pueden cambiar) y la salida de escape, que en el Diesel apunta hacia abajo.

 

Opiniones de Roberto Nigrinis sobre los dos autos

Hablar de la Serie 3 de BMW es hablar de la serie más vendida de la marca de Munich fundada en 1916 y también la más premiada de su historia. Esta serie salió al mercado en 1975 y desde este momento ha tenido 5 series y el mismo número de evoluciones, a la última pertenecen nuestros invitados.

Con este palmarés y nuestra experiencia al volante de sus diferentes series, nos dimos a la tarea de evaluar dos de sus representantes actuales. En esta ocasión compartimos el trabajo con el joven Manuel Fernández quien se inicia en estas lides de probador de autos, con la finalidad de darle aire renovado a esta sección.

 

Los dos modelos evaluados cuadran perfectamente en la tradición de calidad, impecable manufactura y glamour de la marca alemana. Destacándose el 320 i versión con motor a gasolina por un equipamiento un poco más completo que el encontrado en el 320 D (Diesel), hacemos referencia al radio con una generosa y funcional pantalla, lo mismo que los mandos de climatización para la parte trasera del habitáculo. Aunque hay que decirlo los vehículos probados pertenecen a presentaciones básicas de producto, en donde lo más importante es recortar equipo en aras de ofrecer un producto más masivo, algo que ha logrado Autogermana en los últimos años con sonoro éxito como lo certifican sus ventas de las últimas temporadas.
En donde se invierte la ecuación a favor del 320 D, es en el rendimiento de su motor que es fabuloso, el más mínimo toque al acelerador insinúa su rendimiento que se dispara al superar las 1.700 rpm y que permite acelerar hasta cerca de las 5.000 rpm con toda seguridad, logrando un rendimiento “Bestial” del silencioso propulsor, que solamente delata su configuración diesel ante oídos muy afinados y sensibles estando fuera del auto, pero jamás en su interior debido a la irreprochable insonorización. La versión de gasolina no tiene un rendimiento “rabioso” pero si bastante destacado, aunque echándose de menos ese “ Punch” adicional presente en el Diesel que resulta una delicia al conducir y algo a lo que nos tiene acostumbrados BMW.
La caja de cambios con tres opciones de manejo, Drive normal en la que hace automáticamente sus seis cambios, S (Sport) que hace automáticamente el paso de los diferentes cambios pero de una manara mucho más punzante con lo que se logra un comportamiento mucho más deportivo del auto y por último la opción secuencial que permite hacer los cambios de una manera similar a una caja manual para extraer la mayor cantidad de potencia y torque del propulsor a gusto del conductor. En esta posición se puede arrancar en primera marcha, acelerando hasta el rango de revoluciones en que entra en acción el limitador de rpm, donde la caja pasará automáticamente a la siguiente relación, con lo que el aprovechamiento de la potencia y el torque es máximo y la sensación de potencia es intimidante. Esta posición secuencial resulta ideal para los descensos por carreteras de montaña, ya que ofrece un poder de retención estupendo que apreciará el sistema de frenos y que redundará en la seguridad al conducir. La caja de cambios en nuestro concepto se aprovecha mucho más en la versión diesel ya que permite pasar con mayor efectividad el gran torque del motor a las ruedas sin desperdicio alguno.
Las suspensiones están enfocadas hacia la rigidez, característica necesaria para tener un buen comportamiento deportivo, y una de las características mejor conservadas por BMW para los conductores de sus vehículos, que en su inmensa mayoría tienen hábitos de conducción exigentes y deportivos. Aunque hay que decirlo, si se desea conducir relajado, cualquiera de los dos autos suministra una suavidad destacable.
El sistema de frenos con discos en las cuatro ruedas no muestra falencia alguna y por el contrario permite detener el vehículo sin importar la velocidad con absoluta eficacia y además muestra una resistencia al exceso de temperatura causado por su utilización extrema y exigente. Las ayudas electrónicas y la seguridad activa y pasiva son completas y efectivas, y lo mejor pasan inadvertidas, pero actúan cuando se necesitan sin que el conductor y los ocupantes se percaten de su presencia o entrada en acción, claro, esto último con sus excepciones.


Conclusiones
Los dos vehículos conservan intacto su ADN de marca, son modernos y tecnológicamente adelantados, con una ventaja muy notoria del diesel que loga opacar a su estupendo hermano debido a su propuesta mecánica. La ejecución de los vehículos está bajo los parámetros Premium alemanes.

 

 

 

FICHA TECNICA
Motor

L4, 16 Válvulas

Cilindrada
1.995 c.c.
Potencia

156 HP/6.400 rpm (320i gasolina)

177 HP/4.000 rpm (320 d diesel)

Torque

20.40 Kgm/3.600 r.p.m (320i gasolina)

35,60 Kgm/1.750 y 2.500 rpm (320 d diesel)

Alimentación
Inyección electrónica de combustible con turbo en el diesel
Transmisión

Automática de 6 velocidades

Tracción

Trasera

Suspensión
Delantera: Independiente McPherson
Trasera: Independiente cinco brazos
Dirección
Cremallera Asisitida
Frenos
Discos en la 4 ruedas + ABS +DTC, DSC, CBC
Llantas
205/55 R16"
Visto 4200 veces Modificado por última vez en Martes, 22 Agosto 2017 18:59