Dos autos curiosos; Henry J y Willys Aero. Después de terminada la Segunda Guerra Mundial los militares norteamericanos que regresaban a su patria se convirtieron en ciudadanos con buen poder adquisitivo. Los Estados Unidos habían salido muy fortalecidos de la conflagración mundial y adicionalmente su economía ya mostraba una solidez, que invitaba a las personas a olvidar los rigores de la dura depresión económica producida a partir de octubre de 1929, lo que los motivaba a gastar a sus anchas.
Por Roberto Nigrinis Velandia

El final de la década de 1940 y los comienzos de los años 50 marcaron grandes cambios, entre los que se contaban que las familias jóvenes compraban casas en las afueras de las grandes ciudades y para transportarse necesitaban automóviles. Esto llevó a un florecimiento de la industria automotriz, que incluso motivó la fabricación de vehículos novedosos producidos por fabricantes menores y diferentes a los “Tres grandes de Detroit” General Motors, Ford Motor Company y Chrysler Corporation. Dentro de este grupo de pequeños fabricantes, estaban los llamados independientes, entre los que estaban Henry Kaiser fundador y propietario de la Kaiser Frazer y la poderosa Willys Overland de Toledo Ohio, que había construido la gran mayoría de los victoriosos y prácticamente indestructibles Jeep para uso militar y que una vez terminada la conflagración mundial le había dado paso a la fabricación y desarrollo de vehículos para uso civil, tanto los tradicionales Jeeps, como las camionetas, con tracción en dos o cuatro ruedas, estas últimas las primeras de la historia en utilizar carrocería totalmente metálica.
La Kaiser Frazer, fabricaba los autos Kaiser y Frazer, que incorporaban en novedoso concepto de la carrocería monocasco, sistema que soldaba entre si, la carrocería y el chasis, una tecnología novedosa dentro de los fabricantes estadounidenses, pero ya común y muy utilizada en Europa.

Ante el aumento de las ventas, y como una respuesta a un dinámico mercado en expansión constante la empresa decidió lanzar en 1951 un automóvil pequeño, también con carrocería monocasco llamado Henry J o AllState, este último se vendía exclusivamente en los almacenes Sears Roebuck. Se ofrecían con dos opciones de motorización, que a su vez le daban nombre, una de cuatro cilindros, 2.200 c.c y una potencia de 68 HP/ 4.000 rpm llamada Corsair 4 y la otra de seis cilindros, 2.600 c.c y una potencia de 80 HP/3.800 rpm Conocida como Deluxe 6, ambos con culata plana (Válvulas en el bloque). En las dos versiones se contaba con una caja de cambios manual de tres velocidades adelante, con la palanca de accionamiento montada en la columna de dirección y con mecanismo de sobremarcha utilizable a voluntad.


La Willys, presentó para 1952, su modelo Aero-Ace, que también utilizaba carrocería monocasco. Se vendía en dos opciones de carrocería, sedán de cuatro puertas o cupe de dos sin párales centrales. En 1955, su último año de fabricación se vendió una versión más lujosa llamada Bermuda. Una vez suspendida la producción de este automóvil en los Estados Unidos en la planta de Toledo Ohio, la fabricación se trasladó a Brasil donde a partir de 1.960 se convirtió en un éxito en ventas durante varios años, convirtiéndose en el inicio de la gigantesca industria automotriz brasileña de la actualidad.

La carrocería del Willys tenía un largo de 4,60 m y capacidad para seis pasajeros con equipaje. Utilizaba el tradicional motor de la marca de seis cilindros, 2.600 c.c de desplazamiento y potencias de 75 y 90 HP según el índice de compresión utilizado. Estos motores se acoplaban a una caja de cambios mecánica de tres velocidades montada en la columna de dirección y sobremarcha opcional. En la época costaba en los Estados Unidos entre 1.580 y 1950 dólares según el equipamiento.
A Colombia llegaron bastantes, la mayoría para prestar su servicio como taxis lo que aceleró su deterioro y produjo su extinción casi total, dado el inclemente trato recibido, la falta de repuestos, postventa poco seria y deficiente capacitación de muchos técnicos locales. Casualmente, dentro de las condiciones variables de un mercado como el estadounidense, los dos vehículos terminaros siendo producidos bajo el mismo techo, el de la naciente American Motors Corporation, surgida en 1954, a partir de la fusión de marcas independientes como Nash propiedad de la Nash Kelvinator también fabricante de neveras y la Hudson que ya se debatía en una crisis económica que acabaría con ella en 1957. A las que se sumaron Kaiser, Frazer y Willys, lo que trajo consigo la desaparición del Henry J, al ser competencia directa del Willys Aero en 1954.
