Menu

Bienvenido, hoy es 18 de May de 2025

El cuento del limón y la rana

André Citroen siempre fue una persona muy creativa y quien además no temía asumir retos.

Texto: Roberto Nigrinis

Fotografías: Archivo www.carrosyclasicos.com

Después de terminada la Primera Guerra Mundial donde su compañía salió muy fortalecida al haber fabricado y vendido armas y proyectiles y esto lo motivó a ingresar al mundo del diseño y fabricación de automóviles, negocio que ya conocía luego de su paso por la marca Mors.

 

 

Para su aventura comenzó a producir en junio de 1919 un sencillo modelo que llamó A, el cual contaba con carrocería completa montada sobre un chasis de acero y motor con sistema de encendido eléctrico, toda una novedad en una época donde la gran mayoría de los fabricantes usaban el engorroso y peligroso encendido por manivela. El primer automóvil se convirtió en un éxito. Esto lo motivo a viajar a los Estados Unidos para conocer los procesos usados por el exitoso Henry Ford y su modelo T, líder mundial en ventas. Luego de este viaje se puso como misión fabricar un modelo que fuera tan popular y masivo como lo era el modelo estadounidense, pero a gusto y de acuerdo a las necesidades de Francia y de Europa teniendo en cuenta las estrechas calles de sus ciudades, el tipo de carreteras y la situación económica de recuperación después de la guerra.

 

Así fue como a finales de 1921 presentó su Citroen tipo C o 5CV (por su potencia fiscal). Era un automóvil pequeño, con capacidad para el conductor y un acompañante. Su inconfundible carrocería con la parte trasera terminada en punta (como una embarcación o como cola de ave) y pintada únicamente en amarillo limón, lo que le daría su apodo “limón”, puesto por el mismo André Citroen, quien dentro de sus múltiples habilidades contaba con su facilidad y creatividad para crear material y piezas publicitarias como lo hizo en múltiples ocasiones, al utilizar por ejemplo la emblemática Torre Eiffel como una inmensa valla con el nombre de la marca a lo largo de ella con una atractiva iluminación. El modelo tipo C era movido por un pequeño motor de cuatro cilindros en línea con válvulas en él bloque, con un desplazamiento de 856 c.c que producía 11 HP/2.100 que le permitían moverse a una velocidad máxima de 65 Km/hora gracias a su peso reducido de apenas 534 kilos, con un consumo estimado de 5 litros cada 100 kilómetros.

Dado el éxito en ventas tanto en Francia como en el resto del viejo continente el fabricante alemán Opel adquirió la patente para fabricarlo en su país. Allí se conoció como Opel 4CV, llamado popularmente rana verde o Laubfrosch (rana arbórea o rana de árbol) por su color verde oscuro, el único disponible. Su carrocería era exactamente igual a la de su hermano francés, pero la principal diferencia estaba en que el Opel montaba el timón exclusivamente al lado derecho de la carrocería, mientras que en Francia estaba disponible también con el timón al lado izquierdo.

Además su motor también de cuatro cilindros en línea y montado adelante, tenía una cilindrada aumentada hasta los 1.100 c.c que le permitía producir 18 HP/2.500 rpm. El Opel se convirtió en un gran éxito en ventas lo que le permitió mantenerse en el mercado entre 1924 y 1930.

 

Modificado por última vez enJueves, 08 Mayo 2025 17:45
volver arriba